Arrastré mis cincuenta mal llevados años por el pasillo de la pensión, casi a los tumbos me desplome contra la puerta, extraje la llave de mi bolsillo (siempre está en el ultimo en el cual se busca) y abrí llamativamente rápido, llevado por la inercia y las ganas de entrar a la pocilga y recostarme en el colchón del cual ya solo se sentían los resortes.
Escuche murmullos, alguien se había despertado. Historia repetida: Yo borracho haciendo ruido y los vecinos juntando firmas para echarme de allí.
Me caí al suelo, topándome con un seno impreso en una revista pornográfica que ostentaba, al menos, dos años de antigüedad. Esa mujer tal vez ya no sea tan vulgarmente hermosa.
Es increíble como en el medio de una borrachera uno se pone a pensar esas cosas.
Me arrastré como una serpiente con barriga hasta el baño, la puerta estaba abierta, a veces la vida tiene esos pequeños detalles amables para conmigo. Tal vez para que nunca decida matarme, para seguir burlándose de mi, torturándome, satisfaciendo su sadismo crónico.
Vomité la mitad en el inodoro, el resto termino en el piso, ya que no pude mantener mi cabeza erguida. A veces tenia esperanzas de sacarme toda la mierda en un vomito de un par de meses. Pero solamente, y a veces, conseguía acabar con el mareo.
_ ¡Borracho!_ Escuché que me gritó una voz femenina. La vieja de al lado.
_ Vayase a la mierda señora _ Murmuré casi como una descarga personal.
Conseguí ponerme de pie, solo para volver a vomitar, esta vez fue todo adentro.
Pase mi mano por mi frente sudada, me lavé la cara como si ayudara eso en algo. Enjuagué mi boca, con algunos restos del almuerzo en sus paredes. Me dio nauseas y evacue un poco mas.
Ya estaba mejor, me sentía casi tan bien como un muerto viviente. Me recosté en el colchón, la cama crujió, “no te rompas hoy”, rogué para mis adentros.
Pero en esa posición solo conseguía marearme mas, así que me incorpore y fui hasta la heladera, tomé un poco de Seven-Up sin gas que sobraba de una resaca anterior (la de ayer). Igualmente sabia que no podría sacarme de ninguna manera el sabor a bilis de la boca.
Fui al baño y defequé lo que quedaba de tóxico en mi cuerpo, el resto se almacenaría para matarme a corto plazo (si tenia suerte). Salí del baño y los vi sentados en mi cama.
Un sujeto era morocho, con pelo corto enrulado y vestía una túnica blanca, el otro rubio, con cabello largo y lacio, ojos rojos (¡Rojos!) y portaba una capa roja a tono, chaleco y pantalón de cuero negros.
_ ¿Quiénes son? _ Les grité con voz ronca y afónica, ¿Quién hubiera preguntado otra cosa?.
El de blanco calló, el otro se río de manera peyorativa hacia mi, no me molesto, estaba acostumbrado a toda clase de desprecio.
_ ¿Tantas veces hurgaste en mis tierras, gozaste con mis ninfas, probaste mis manjares, y ahora esa es la forma de saludarme?.
Su voz era tan maravillosa como, debo aceptarlo sin poner en duda mi masculinidad, su aspecto. El otro, que tenia cara de idiota, se dispuso a decir lo suyo.
_ Vengo a ofrecerte el perdón divino.
No podía estar mas desconcertado. Pero me sentía mas vivo que nunca, realmente había enloquecido, ya no me quedaba nada que perder, estaba entregado definitivamente a los caprichos del destino.
El otro puso cara de fastidio.
_ Estos santurrones siempre van al grano, que aburridos, prefieren la verdad a la elegancia, ¿cómo pueden existir seres tan patéticos?.
Comencé a razonar la locura. Me atreví a hablar (despues de todo, estaba en mi casa, aunque prefería estar en una cripta, por lo acogedor de la misma).
_ ¿Ustedes son Dios y el diablo?.
El que creía diablo se echo a reír.
_ Acaso _Dijo _ ¿Te crees tan importante como para que el gran jefe, que como todo gran jefe nunca da la cara y se regocija en su escritorio, baje a verte?.
El otro hablo calmo.
_ Soy un Ángel, enviado de la divina providencia.
_ ¡La divina providencia!, por favor, que pasado de moda. El es un ángel, un empleado de los limita almas, pero yo soy el que suponès.
Sentí mas emoción que pánico.
_ ¿Sos el mismísimo demonio?
_ Demonio, diablo, Satanás, Belcebú, Lucifer bla bla bla, por mi llámame Ricardo. Soy ese que te da placer. Soy el único amigo del hombre mas allá del mundo terrenal. Comprendo sus necesidades, sus instintos, y me desvivo por satsifacerlos. Trabajo para el hombre, y no le pongo reglas, soy el mas noble de todos.
El ángel comenzó su discurso despues de escuchar educadamente al otro, cada vez me caía peor ese tipo.
_ ¿Pero que obtuviste de esa vida?, ¿acaso no te gustaría encontrar la felicidad?, ¿Sentirte pleno una vez en la vida?.
Algo me hizo fortalecerme, entonces fui osado como pocas veces.
_ Veo que quieren mi alma o algo así. Entonces acá las preguntas las voy a hacer yo.
_ Me encanta esa actitud _ Comentó el diablo.
_ Para empezar _ Continúe _ Nombraste la felicidad _ Inquirí al ángel _ ¿Que es la felicidad?.
_ La felicidad _ Comenzó a contestar _ es un estado de plenitud y orden total en el alma…
_ Eso es la marihuana _ Bromeo el otro. Me dio gracia pero no reí.
_ Hablen de a uno _ Ordené secamente. ¡estaba callando al demonio!.
El ángel prosiguió:
_ Es cuando no sentís frío en invierno porque el amor dado y recibido te hace sentir…
_ ¿Qué es el amor señor Belcebú? _ Interrumpí. Me sentía anfitrión de un programa de debates.
_ El amor es un conjunto de sentimientos neuróticos y volatiles que la gente idealiza para sentir que hay algo mas que el placer en esta mugrosa tierra. El amor pone estúpida a la gente, despues se aburren, y vuelven a buscar placer en otra gente…
_ No lo escuches _ se animo a interrumpir el santurrón _ el amor es el fin de la vida, hay matrimonios que son dichosos toda la vida…
_ ¡Basura! _ Gruño Satán _ Los que se hunden en esa podrida rutina son limitados de mente y alma, se quedan arrastrándose por miedo de volar a los paraísos del deseo…
_ Artificiales, todos tus paraísos son artificiales _ El ángel se estaba enfureciendo, la cosa se estaba poniendo buena. Fantaseaba con presenciar una pelea al estilo “Guerra de las galaxias” con una Biblia y un cetro de fuego.
_ ¡Al menos soy algo mas que promesas¡, no uso el lema “sufra toda la vida para ganarse un cielo del que no le daremos anticipo alguno”, solo los humanos pueden caer en un negocio tan poco esperanzador.
_ Si seguimos votando… _ Agregue solo por decir algo.
Satán río obsecuentemente, sabia cuando no era gracioso. Aunque yo era tan gracioso como suele serlo lo patético.
Les ofrecí algo de tomar, el ángel bebió un te y yo me excuse ante el demonio por no tener ningún trago fuerte.
_ No te preocupes, ¿para que estoy yo? _ respondió con aires de grandeza, al mismo tiempo que extrajo del aire una botella de mi whisky preferido, que el paladar me pedía y la economía me negaba.
_ Eso es sucio _ Susurro el de blanco.
_ Desperta _ Le dijò el chico malo al oído _ Soy el demonio.
Me pareció lógico. Yo bebí casi de compromiso, pero si estaba con el diablo no podía no compartir un trago con el.
El demonio metió un poco de whisky en el tè del otro mientras este miraba por la ventana, tal vez pensando que decir para no perder. Me guiñaba un ojo cómplice, el Ángel probó el te y lo escupió.
Belcebú se río a carcajadas en su cara, yo me reí tambien y tome mas whisky, pidiendo permiso.
_ Te lo regalo _ Me dijò quien lo había materializado (supongo) _ yo doy sin ofrecer nada a cambio.
_ No te creo _ Disentí.
_ No es verdad _ Agrego el boy scout.
_ ¿Pero es mejor que la manzana, o no?. Si Adán se hubiera emborrachado no le hubiera importado andar desnudo.
El otro se horrorizaba exageradamente. Eran los extremos, aunque acabo de decir una obviedad. Yo quería gris, no tan blanco o negro. Se los planteé.
_ Sos un tibio _ Me dijo el Ángel _ Mis señor te expulsara de tu boca.
_ Yo acepto a todos _ Me dijo el otro.
Me quedé callado, el cruel señor retórica comenzó a lavar mi quemado cerebro.
_ Vamos, ¿Qué tenès ahora?. Alcohol barato, prostitutas gordas y poco higiénicas, marihuana 80% mierda y esta pocilga. Yo no te ofrezco vivir otra vida, te ofrezco la misma con clase, mirà esa revista, _ Señaló una pornográfica _ te ofrezco encantos de mujeres mejores que ellas, amor de mujeres mejores que esas…
_ Ficticios…_Susurró el santo sin alas.
_ Si, ficticios, y paradójicamente soy sincero en esto, pero: ¿Qué mas ficticio que servir a un Dios al que siempre ignoraste, matar el placer, dejar lo que al mismo tiempo que te mata te mantiene vivo?. No podrías vivir así, seria peor castigo que mil infiernos. ¿Vas a cambiar ahora?, ¿Vas a traicionarte?. Yo soy el rey de la traición, el primer traidor. Pero porque aspire a mas, porque no quise ser un empleado como este hipócrita que tengo a mi lado. Pero si hay algo que no traicioné fue mi filosofía, nunca perdón ni arrepentimiento. Eso es dignidad, no comercè un pedazo de pan embebido en vino (muy rico por cierto, es lo único que me agrada de la iglesia) y toda la semana estafàr y engañàr. ¡Esos son los tibios!. Sumergitè en el pecado, bebè de las fuentes que siempre se te antojaron inalcanzables. Nadie te va a quitar lo bailado. Sè el alma mas libre de todas, como uno de mis clientes mas famosos, el Marqués de Sade…
_ Sade se pudrió en un manicomio _ Le recordé.
_ ¿Y que?. Es inmortal, su espíritu esta en cada pecador, en cada deseo perverso. En cambio ¿quien conoce a los que escriben las canciones de iglesia?. El mundo es mío. Todos son míos…
Se sentó, bebió un vaso de whisky de un trago. El ángel me miro con pena.
_ ¿Los años que te quedan, que pueden ser muchos, por una eternidad miserable?, no me parece…
_ ¡Basta! _ Estallè _ Soy tibio, y que tu Dios me escupa, en el purgatorio veré que excusas doy, ahora déjenme dormir.
Instantes despues de decir eso desperté sudado en mi cama, lo que primero percibí fue el insoportable olor a vomito. Esa parte evidentemente fuè verdad.
Me incorpore y limpie el vomito, ¿Fue cierto o un anticipo del deliriums tremens?. En fin, no le creo a ninguno de los dos.
Puse a calentar agua y me tome un te, estaba tan tibio como yo.
|