A la pena pena yo le cantaba una nana dulce esta madrugada No se calmaba no se dormía entre mi cuerpo se estremecía Por si la sed agüitas de lloro le doy de beber si fuera gana arrope de besos para calmarla y si es el frío refugio de abrazos lo vuelve estío. Pero la penita pena sigue sin sueño, y con soguitas de ansia rodea mi cuello. Pena penita queda tranquila, vas a dormir, porque esta noche me quedo aquí.
Texto agregado el 06-06-2008, y leído por 163 visitantes. (6 votos)