Pasa una sombra negra y se refleja en la blanca pared del camposanto mientras los deudos miran con espanto el espectro fugaz cuando se aleja. "Es el demonio", grita una pareja y a la distancia suena un sordo canto salmodiante y gangoso sobre el llanto de un infante aterrado que se queja. "Es la Muerte", sentencia alguna abuela, "que escoge aquí las almas cuando vuela pues nadie se va solo". En ese punto hubo un silencio largo y ominoso y se escuchó en lo alto un gran sollozo de la pobre alma en pena del difunto.
Texto agregado el 06-06-2008, y leído por 299 visitantes. (1 voto)