Cintia Bermudez: Una herida es otro ser que habita en el mismo cuerpo lastimado,
entonces el alma se va rompiendo en pedasos de tanto padecer dolor.
Una pena es la picadura de un reptil.
Penas y picaduras van pudriendo al cuerpo cual manzana olvidada en la realidad.
Pero un gran amor, algún día invadirá tu ser alojandose en las entrañas,
comodamente apoyado en tu corazón.
O sea que a lo largo de la vida al pobre cuerpo lo irán azotanto entre todos y además el fantasma de la muerte estará al acecho en cada rincón del presente, solamente las carícias serán el alimento.
Aquí está el hombre que tanto amo,
a solamente unos pocos pasos de mi,
pero en el mismo escenario de una misma obra teatral. El me solicita atención para decir algo importante, que cambiaría las cosas,
que trastocará el destino,
e intenta establecer una escena sobre el procenio,
alejados de las bambalinas para hablar como en secreto ante el entretenido publico,
temiendo que álguien de afuera pueda romper el silencio e interrumpir su relato sumando palabras ajenas, extrañas al hecho,
torciendose por ende el rumbo pareciera de una misión impostergable.
Que tienes para decir maldito infiel,
¿Te habeis enamaro de otra mejor que yo?.
Dilo de una buena vez, deja de callar lo que tanto te atormenta.
Te propinaré un inofensivo empujón, oh amado, para que resbales hacia el centro del cuadrilatero, de la escena, donde danzaremos como guerreros enfrentados.
(Como la puesta de luces,
debido a que esta obra no es la principal del teatro, no tiene, valga la abundancia,
demaciadas luces, ni signos de inteligencia,
pero si se ven montones de aterfactos ensendidos apuntando a lugares muertos,
decía, esta danza de tipo oriental donde simulamos un combate mezclado con caricias de enamorados, pareciera estar ocurriendo en una boite).
Quique Lux hace un elocuente gesto,
adornado de una pantomima, solicitando mi atención y la de la concurrencia.
Veamos que desea, este querido amor mio.
¿Pero que ven mis ojos?.
Un trío de mariachis; me encuetro azorada.
¿A ver?.
Tocaron una canción que relata las desventuras de un tipo que está solo en esta vida.
Creo enpezar a entender lo que nos está sucediendo; cancion magnificamente interpretada por el grupo, lo reconosco, pero que trae malos presagios (que por fortuna desparecen de inmediato hiciendo mutis por el foro)
Pero por Dios, si mal no escuche la letra hacía obvia referencia, digamos que sugería,
que alguien que de seguro vendria a ser mi amado, tuvo que hacer concenciones en su manera de adaptarse a las circunstancias,
en el sentido de que tuvo que pagar por caricias para sobrellevar la soledad.
Oh, lloraré sin consuelo hasta que acabe el primer acto, pero a la vez estoy furiosa y rompería todo, por saberme traicionada.
Pero un momento, mi adorado Quique,
sigue como atado, sujetado a una coreografía de humor, e insistentemente pide por ser escuchado,
inclusive suplicante, miren miren, está haciendo el tipico gesto, ese del dedo indice con la otra palma haciendo de techo, rogando por otro minuto de nuestra amable atención.
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