GALLOS
Gallo de pico de combate
MEXICO
BLASONES
México
ARGENTINA
Blasones-Argentina
INGLATERRA
Blasones Inglaterra
INDONESIA
Blasones de Indonesia
PANAMA Y COLOMBIA
Blasones Panamá –Colombia.
Gallo de pico
Antes del combate Romualdo y Rogelio Procedieron a la primer limpieza, la que se hace con algodón y agua; empezando por la cara, las pluma de la cabeza, golilla, cuello, pecho, alas, lomo, cola, patas, y blasones; se termina la limpieza con agua, escurriendo unas gotas por dentro del pico para que beba. El ave se traga el agua, le aplican también unas gotas dentro de los ojos del gallo que se ha limpiado.
Hicieron lo mismo con la segunda limpieza,
el procedimiento es el mismo salvo que evitan que la mezcla de alcohol, acetona y tetracloruro de carbono les entre por el pico y los ojos.
Dejaron los gallos al sol para que se sequen las plumas y queden listos para el combate.
Para pelear el gallo tuerto de Rogelio con el de Romualdo, que tenía los dos ojos, debió acordar la pelea y el peso, ya que por reglamentos no podían hacerlo; el tuerto podía pesar 2 onzas más; la tolerancia, por ser gallos de entre 1400 y 1650 gramos era de 30 gramos; así que el tuerto podía llevarle 90 gramos en el peso.
El Juez de asiento había comprobado el peso de los gallos y estaban dentro de lo pactado. El de Romualdo, que tenia los ojos sanos, pesaba dos onzas menos que el tuerto de Rogelio,( o sea 62 gramos); el peso fue de 1560 gramos para el de Rogelio y 1498 para el de Romualdo.
La competencia de gallos se hace en el mismo peso, pero hay distinta tolerancia según el rango de pesos y tanbien por si uno es tuerto: siempre en esto casos se busca que peleen entre si gallos tuertos, o sino el otro le da ventaja en el peso, de dos onzas.
“Los amarradores” recibieron los respectivos gallos de manos de sus “representantes”, para colocar los “blasones”; las espuelas en este caso, con las que iban a enfrentarse entre ellos. El blasón del gallo tuerto era una hermosa espuela de acero inoxidable y en el de Romualdo era de filoso acero.
Terminado el “amarre” y antes del combate Romualdo y Gregorio, estuvieron preparando los gallos con una “mona”, un gallo fresco, al que los hacen enfrentar para excitarlos y sacar el instinto de combate.
El Juez de Valla los citó para el combate, Romualdo y Rogelio levantaron las jaulas y liberaron los gallos; que tomaron en sus manos los “soltadores”, esperando la orden del juez para comenzar el combate.
En el “redondel” donde contienden las aves, se encontraban frente a frente los dos gallos: el Mosquito y el Chapulín Colorado.
El Juez De Valla, la máxima autoridad y los soltadores, eran los únicos autorizados, que estaban dentro de la valla, de siete metros de diámetro y ochenta centímetros de altura.
Los pusieron pico a pico y los soltaron; los dos saltaron arremetiendo; del primer encuentro pareció que el gallo que salió perdidoso fue el de Romualdo, el Mosquito era un gallo nuevo; el tuerto había ganado siete combates y uno como tuerto, el gallo de Rogelio, el Chapulín Colorado, se caracterizaba por ser buen “pegador” y por ser muy valiente, a pesar de ser tuerto.
La pelea se hizo intensa, vibrante, los dos gallos mostraban su coraje y el público miraba casi en silencio. El Mosquito peleaba como si fuera un gallo experto, su primera pelea la hizo con el tuerto, El Chapulín Colorado, un nombre bien mexicano.
Los contendientes no daban ni tomaban tregua, se enfrentaban con todas sus fuerzas y valor; de pronto uno caía, pero al instante se levantaba y seguía, no se sabía después del último tiempo de lavado y descanso, quien de los dos ganaría o si sería tablas.
Al final del tiempo de combate, el gallo tuerto en una topada quedó ciego, el Juez de Asiento pidió silencio, para que el Chapulín Colorado pudiera oír al gallo de Romualdo; sustituyendo su sentido de la vista por el del oído. Peleo ciego.
El final llegó de la manera más inesperada.
El gallo de Romualdo había tirado al suelo al gallo de Rogelio; este se levantó y volvió a pelear,”por el oído”; estaba ciego, y en la última topada se “cruzaron” como dos bravos. El Chapulín Colorado cayó muerto y el Mosquito saltó la valla y huyó.
El Juez De Valla declaró ganador: al muerto, (cumpliendo con el Reglamento), fue la octava pelea que ganaba el gallo Chapulín Colorado, no perdió nunca ; ni aun ciego …¡ni muerto!.
Jorge Eduardo 2008
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