Si,
te conozco.
No creás que esa niebla
enmedio de la montaña
me ha impedido
sentir to olor,
sentir tu dolor
que es impropio,
mortal
...tan humano.
Habías estado lejos:
Me mentiste;
Dijiste que me querías:
te creí
(me llamaste ingenuo)
y lloré,
recostado en tu hombro
mezclando llanto con risa
aquella tarde veraniega
cuando aún el sol brillaba.
Pero no,
hoy llueve
y todo cambia
-menos el recuerdo-.
Hoy,
día sereno y neutral
te hago una petición:
matame, haceme desaparecer
y luego dame un beso,
aunque sea de consuelo,
de lástima,
de honor
o bien merecido.
Evitame
ver la sonrisa en el espejo,
sentir to olor infantil,
tu presencia de plata,
es espiral de tu anular
que sobrelleva la borrachera,
empalago u orgasmo
imaginando
soñando
anhelando
tus insensatezes,
tus ojos verdes,
tu piel incolora:
pura y sacramental.
Evitame
el soñar con la esperanza,
con la costa vanguardista.
Decir que la gente es inocente,
que la vida no corresponde,
pensar que el destino explota
enmedio del caos infinito.
Y luego,
reviví la ilusión,
reencarnemos de nuevo,
soñá con la irrealidad,
con mi materia
así como yo lo hago;
Para luego morir
tantas veces como sea necesario.
Y alcanzar libertad,
ahora por fin:
en la muerte
después de la muerte.
|