Navego sirena por mares desiertos,
repletos callados,
con ruido y tormento.
tranquilos, salados, dulces lagos turquesas,
que llenan de luz con su agua incolora.
Sirena errante, que busco las olas,
en este oceano inmenso,
con tanto arrecife, corales,
con tesoros callados:
Sebita, me acuerdo de sus ondas,
que bonita olita...
¿por dónde irá ya?
me decía:
aguas bravas, son más divertidas
pero yo prefiero las aguas tranquilas.
Ahora navega,
sirena cantando,
por aguas revueltas, frías,
e impertubables,
yo seguiré cantando,
lo que tenga que cantar.
La ola no rompe,
la ola vuelve al mar,
y sigue navegando,
fundiendose en su ondear.
Sal y nada, la nada y la sal,
los dulces ríos y peces,
la tormenta y tranquilidad,
todo es agua,
y arena, camino,
y aireoso fuego,
aire fresquito, aire que quema,
bueno aires. y el color...
los malos vientos de la ciudad.
y en lo mojado,
y en lo transparente,
como el agua flamenca
del alma,
estaré cantando yo soy sirena,
yo me uní al fluir de las aguas.
Surca los mares pirata,
que allí la encontrarás,
con valentía y con diez cañones por banda,
la ansiada paz que busca tu alma,
que con ron mata al no encontrarla,
pero escucha mi cantar,
sigue la música,
el ritmo,
sigue al mar,
sigue nadando, andando,
brillando en tu constelación.
Nadie te quitará tu libertad,
de navegar por las aguas,
el oceano no amarra...
no olvides que el agua es libertad.
¿ves todas las olas?
¿ves las olas que vienen y van?
No te quedes parado en aguas sucias
hay un oceano por navegar...
acuario de una vida,
acristalada, si lo miras con prejuicios...
quitate las cadenas que arrastras, y mójate...
¡mira, hay olitas!
Todas las puedes beber...
Todas, si las sabes sentir. |