TU voz
Existió que desde siempre, por un inevitable asunto estelar, caía lluvia todo el tiempo, desde una rotación terrestre hasta la siguiente toda especie estaba cubierta hasta las rodillas.
La visión estaba alterada por millones de destellos acuaticos que se desprendían por el horizonte, los seres humanos andaban desnudos ante la inutilidad de usar prendas, pero cada quien, bajo esa lluvia dejaba ver distintos colores en su piel, unos terriblemente reflejaban, y otros hermosamente reflejaban, como si aquella tibia, suave y persistente precipitación celeste conociera a cada quien, y curiosamente todos, bellos o terribles, sentian especial orgullo por la manera de ser tocados, cosa que a nadie avergonzaba su desnudez.
Como era dificil ver, el sonido tomo singular importancia y parecia rebotar en las gotas de lluvia hasta llegar claro y musical al oido interlocutor, hay entras tu, y ese sonido bestial, definitivo, holgazan, singular, fragil, consentido y profundo, las gotas se acomodan y cada palabra es una nota pura.
En esa realidad cada que tu sonido aparece el pudor brota inmediato, prendas de plastico que cubren el rostro y el cuerpo surgen por doquier, espiritus temblorosos emprenden viajes lejanos invadidos de impotencia de piernas quebradizas y falta de aire. |