Las estrellas que hacia ti miran, no vacilan ni un segundo cuando tienen que dictarme con mil truenos, las frías verdades que tu escondes.
Solía sentarme a imaginar futuros perfectos pero estos me llevaron a este final.
Quizás me equivoco al asentar los hechos que cuyas soluciones no han llegado todavía y que descansan dentro de copas de llantos acumulados. No necesariamente renunciar al error es lo correcto, si el error mismo ni siquiera lo sabe. ¿Pisar la misma piedra es el problema? O no llevártela por delante quizás, porque concientemente dibujo en mi pequeña portación unas grietas que poco a poco van pintado la destrucción de aquello que algunos anhelan y que solo tu desordenas y no respetas; mi corazón.
DUDAR de tu palabra, ridículo. Las letras caminan en círculos por papeles sin reglones, ya todos se confunden, el espacio no es tuyo, no es mío, sino de aquel enemigo; el destino.
Confesarle al crucigrama de mi espacio es tan absurdo como correr a tus brazos, tan fácil como saltar, como dormir, como viajar. Volar hacia lugares que no existen, puentes de laminas celestes y burbujas blancas, cosas que a veces me espantan y me cantan canciones de cuna que tiernamente florecen en mi llenando el momento de música y paz que calman la feroz ansia de la actitud rebelde que he adoptado desde que te fuiste, desde que no te encuentro, y que al mismo tiempo no quiero encontrarte, desde el día en que supe que realmente siento esto y no es mas un camino a transcurrir sino que está escrito en mi.
Colgar tinta con letras de farsantes es perder el tiempo en cuadrados infernales. Lugares fríos y escalofriantes en mi ya no existen o no forman parte de lo que este fuerte corazón quiere para mi.
Dejarme llevar, escribir sobre mí, hablar de mí, pensar en mí, me siento egoísta, ego centrista y quiero salir. Hacer todo lo contrario es volver al pasado sin huellas que pisando fuerte derribo mi pared que dividía lo que fue y lo que es.
Que sentido tienen reglones , reglones y reglones de nada, que guiados por una guitarra y una divina voz llevan a la libertad de expresión y de demencia extravagante que únicamente convocan al llamado de atención de otros seres con capacidad, que ojala algún día puedan llegar a apreciar y a no analizar por favor porque eso si sería un caos con todas las letras; pero como este camino de percusión que transcurre lenta y profundamente poco a poco o quizás en un tiempo o por ahí en mucho mas, se apague y deje de funcionar y se termine de una vez , al final, sin saber el porque de todo.
Cuando uno entra a psicopatear y que ya la letra misma te lleva a darte cuenta que ni vos misma sabes lo que querés expresar y lo llevas a hacer entender a quien sin otro mas remedio llegó hasta acá, te das cuenta que, él que verdaderamente pueda comprobar que tu mirada ya no es de confiar, ni de mimar, ahí saltaré hacia el final de mi oportuno futuro, y mi corazón volverá a ser solo uno.
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