La luz pálida, el murmullo constante
de las estrellas olvidadas en el vacío.
Todo al alcance de mis manos;
el reflejo en tu pupila.
La luz pálida se derrama
en mis ojos como lágrimas del cielo.
El silencio se robó tus palabras.
Y de repente no hay hogar al que volver.
Huérfanos por esta noche,
se nos llenó de azul la mirada.
Lo tenemos todo,
sin tener nada.
Texto agregado el 01-06-2008, y leído por 237
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