PLENILUNIO DE AMOR EN ROJO
Callose dulcemente, gota a gota,
de la rosa, el rocío de tu voz,
y se fue a cobijar bajo tu boca
para que allí lo recibiera yo.
Deshojando el camino de tu encanto
cuando tus ojos me niegan tu mirar
sumiéndome en tormentos y quebrantos
porque a ti, sólo a ti, te puedo amar.
Que no te importe que mi amor sea bardo,
juglar que canta tu desinterés,
canto en tu nombre, hasta a tu ausencia canto,
de todas formas, mi vida tuya es.
Porque la noche me brindó el silencio
y el alba triste me legó su luz…
el viento huracanado su tormento
la misma tarde en que te fuiste tú.
Amor que me desvelas, amor rojo,
insomne sueño, flor de mi pensar,
si eres la vida de mi pensamiento,
yo renuncio a la vida si no estás.
Pues quiero conversarte sin palabras
y en cada rosa roja ver tu faz,
ellas son para mí, tu semejanza,
y sólo a ellas te puedo comparar.
Sólo tú, resplandor de inquieta brisa,
pajarillo travieso encantador,
como consuelo recuerdo tu sonrisa,
cuando me enferma la cruel desolación.
Rosa de amor, dormida en el tapiz
que la vida hizo verde en conclusión,
la rosa, por ser roja, es el perfil
que con el verde significa amor.
Confusa mezcolanza de color,
capullo donde guardo la ilusión,
sin verte, siento triste, un gran dolor
cierro mis ojos, te ve mi corazón.
En cada rosa recuerdo tu retrato,
y a tu reflejo le digo lo que siento,
mi vida te la diera de inmediato
si así se terminara el cruel tormento.
Sólo te pido ¿Qué puedo yo pedirte?...
que en el silencio de mi camposanto
una rosa pintada con mi sangre
se confunda en mis flores con tu llanto.
Sin inscripción, sobre la tumba fría,
deja que el sol alumbre mi morada
para que puedan copiar mi poesía
las musas que interpretan en la nada.
El sol se filtrará por mi silencio
a través de mi lóbrega sombría,
como las hadas en los dulces cuentos,
que sólo existen en la fantasía.
Sabrás entonces que la inspiración
no acaba y vive fiel hasta la muerte,
como estos versos tuyos, que te doy
con la rosa que sangra en mi presente.
Recíbelos con ella y no te olvides
cuando veas cualquier rosa con rocío,
que si es muy roja, la manda quien te escribe
y cúbrela, por Dios, que tendrá frío |