“ El hombre considerado a partir de su cerebro, como la mayor causa productora de efectos, es muy capaz de un efluvio creador de emanaciones muy sutiles “
Desde el invento de la rueda y mucho antes, el hombre, no se ha detenido para idear mecanismos, procesos o sistemas, como la meta de un futuro evolutivo y complejo; es decir, inteligente.
Con todo y aceptar sus logros, la eficacia de sus actos de creación, resultan excesivamente contrarios a la eficiencia que debió seguir, de forma ineludible, al acto eficaz con que se ejecutaron.
De manera que, intentando originalmente resolver un problema o creyendo haberlo resuelto, lo complica, lo distorsiona y al final, lo agranda para obtener una pesada cadena de problemas derivados del primero, Hasta terminar en el transcurso del tiempo, espacio en cuyo lugar, la eficacia debió de alcanzar el concepto de eficiente para considerarse progreso, finalizar abocado a un cúmulo de dificultades absurdas, de superior entidad a las que intentó resolver en su intento primario.
Aceptemos no obstante, lejos del entorno de la aparente negatividad de este mi ensayo, que si bien el hombre ha sido, es, y probablemente, seguirá siendo eficiente es decir, ha conseguido solventar problemas a los que se aplicó en resolver, está dando muestras constantemente, de una deficiencia de carencias subjetivas graves.
¿Será debido a la ausencia de formación humanística, o es simplemente egoísmo.?
Parece que, una vez resuelto un problema, el que fuere, hipotéticamente, no llega a intuir el verdadero alcance de sus actos, o bien desea ignorarlos, haciendo corto, cercenado e inalcanzable el éxito final, pues antes de llegar a él, o después, se convence íntimamente - ausente de dignidad en demasiadas ocasiones - del éxito de sus logros, a pesar de que la realidad de los hechos consumados, le resulte contraria, o bien contradictoria en mayor medida. Es la eficacia subyugada por la falta de eficiencia en la propia eficacia. Es la paradoja constante:
Ese mismo hombre, ha producido abonos excelentes, para lograr un incremento singular de todo tipo de cosechas, de la ganadería, y ahora pretende realizar la clonación humana, pero no ha sido capaz de evitar el hambre de más de la mitad de los individuos de su propia especie. A parte de otras consideraciones morales ineludibles, intenta sentar a nuevos seres humanos, a la mesa universal de la perentoriedad cotidiana. Ya veremos cuantos problemas teratológicos se derivan de este proceder.
Pero tampoco hace falta incidir en estos ejemplos tan seculares, solamente hemos de contemplar la evolución de los cochecitos, tan bonitos ellos, con una potencia que raya la locura, cuando la velocidad la estamos limitando a 80 Km., por hora.
El incremento de la productividad, el tan cacareado estado de bienestar, está consiguiendo dejar a los obreros brazo sobre brazo,(a esto, algunos lo llaman la cultura del ocio ),evitando entre otras consecuencias mucho más graves, que ese mismo obrero no tribute al mantenimiento del entramado social, ni que consiga a la vez, consumir los bienes producidos por el mismo conjunto social, al cual pertenece y es parte integrante. No obstante, ese mismo hombre, sigue llamándose sociólogo a sí mismo. Habrá sin duda otras consideraciones de tipo social y económico, pero que no cambian el resultado.
Este hombre tan inteligente y moderno, tiene sobre su cabeza quince millones de grados de calor, los cuales ha prácticamente ignorado, mientras se tostaba, debajo de ellos indolentemente, durante su supuesto crecimiento evolutivo.
Por el contrario, la energía, sigue siendo más y más cara. También hemos podido oír un anuncio de una compañía eléctrica asegurando “ que lo hemos hecho bien “ hemos ganado 24.000 millones de euros“ y poco más tarde, cuando nuestro Ministro de Economía ha manifestado que “ los números no están saliendo bien “ pues las compañías eléctricas le han solicitado un nuevo aumento de las tarifas, el cual se ha concedido, aquel primer anuncio ha suprimido, la parte que hace referencia a los beneficios, para decir “ hemos invertido tantos millones.”. Otra secuencia de lo determinado más arriba de este escrito, y que corrobora toda falta de tacto pero en este caso, no la falta de su pretendida eficacia en su mentira, como se pone de relieve.
El proceder de este hombre genial, que sigue anclado en su inconsciencia, y que desde su lugar de privilegio, nos sigue considerado a la mayoría, sumergidos en la ignorancia mas supina, cree perpetuarse, aunque sólo sea en el sentido de alargar, escasamente, su estancia en este globo que llamamos tierra.
No llegaré a entender nunca, como una Presidenta de Comunidad, puede decir ante un micrófono que con ocho mil euros al mes, no llega a fin de mes, cuando la mayoría de oyentes, viudas entre ellos, a su vez votantes, perciben tres cientos escasos euros al mes. Quién seguirá votando a esa genial presidenta.
El hombre de hoy, entre los que me encuentro, con especial pragmatismo, ha extrapolado el hambre física, la miseria de su sangre, a su codicia voraz para aumentar la miseria del alma; e insiste – insistimos - en llamarse digno. Sigue encerrado en su sinapismo, para obtener resultados no prácticos; al final ¿Qué harían los trabajadores sin empresarios? Y qué hacen los empresarios sin trabajadores ahora que se llenan la boca con el nuevo concepto de inteligencia emocional. Contratos basura sin firmar ?
Claro es que, los hombres vivimos en la inmediatez del momento, inmersos en una miopía de irresponsabilidad colectiva. En este orden de cosas nos damos de cara a diario, con inteligencias de distinto peso, pero al final de los finales, caemos en la cuenta que, salvo honrosas excepciones, seguimos siendo en un concepto generoso y amplio, igual que los monos, más grandes, más pequeños, pero monos, Inteligencias limitadas, unilaterales, - observen la política – en todos sus intentos para conseguir el poder. Prometer; prometen.
¿ Es nuestro estómago, con sus malas digestiones, la causa de este pernicioso dolor de cabeza. ?. Algo de eso habrá para que la esencia oblativa de nuestra humanidad, resulte tan mezquina.
¿ Y Dios?. ¿Existe Dios ? ¿Es Dios eficaz y eficiente ?
No será que nosotros, los hombres, achacamos a Dios la falta en nosotros de aquellas cualidades definitivas, sin cuya existencia no entenderíamos el significado del término inteligencia.? Se da el caso que Dios, nos ha hecho eficaces y eficientes, tanto como es necesario, por los menos. Por qué entonces, no lo somos siempre, en lugar de parecerlo en contadas ocasiones. No nos repetimos nosotros, que estamos utilizando escasamente el 5% ( ahora se dice que es el 10% ), de la capacidad de nuestro cerebro. El hombre es deficiente, la humanidad es deficiente; no Dios. Solamente hemos entendido “la supervivencia del más fuerte”; como los animales.
El hombre no es más que un aprendiz de la vida, del proceso limitado de vivir. Aprender o mejor, aprehender, es entender que no todo es posible, y que lo posible, no conseguirá llegar a ser posible, sin dignidad.
Y para que ustedes vean la diferencia sutil entre los conceptos que cada uno de nosotros aceptamos como posibles, les pongo un ejemplo. Las palabras de un, digamos conocido escritor contemporáneo, al cual se la he ocurrido decir desde su supuesta excelencia que, “ le dan asco las flores”...Hay otros mundos, sin duda, que están en este.
¡ La cultura visible,
saber y ciencia,
la flor secreta de la conciencia.!
¡ Ay ! mi ilusión dorada,
mis ideales,
la rosa más hermosa;
de mis rosales.
Robert Bores Luís
P. de A. 24-05-2008
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