Era un viernes 13 en la rancha de la familia Ruiz Estrada se sentía una sensación, de tristeza toda la madrugada había pasado serenando, Don Rogelio tenia la costumbre de levantarse a las 3:00 a.m. pero ese día fue una cosa muy misteriosa eran las 4:30 a.m cuando Zoraida su compañera se levantó a poner el café y a barrer el patio, los gallos cantaban roncos en el gallinero, los pajarillo hacían sentir melancolía pues su canto tenían un trino muy melancólico, que parecía estar presintiendo algo. Zoraida encendió el fogón de leñas el que apenas cogió candela ésta parecía cantar, um hizo Zoraida y que vaina es esa nojoda, todo esta bien raro, empezó a barrer con una escoba de escobilla que había fabricado en la prima noche, cuando ya estaba terminando de barrer, le pegó el olor a café, dejo de barrer y vino a la cocina agarró la bolsa de colar el café le sacudió la borra del día anterior, lavó la totuma donde colaba el café, que ya estaba negra de vieja por que esa totuma era vieja de estar prestando ese servicio, mas o menos 30 años coló el café y dijo en voz alta, carajo y a este viejo que le pasa, hoy, será que no se va a levantar, o seria que empuño el culo, oh Rogelio y tú no te vas a levantar, no obtuvo respuesta solo un crujir del catre dio a saber que estaba vivo, Rogelio, se sentó en el catre y con los pies rebuscó las abarcas tropezó una y se la puso, se levanto y se agacho raleó con la mano y la encontró debajo del catre. Salió en silencio se dirigió a la cocina, se paró frente al tanque del almacenar el agua, levanto el brazo y agarro el coco de coco que tenia enganchado en el clavo que estaba en el horcón, lo metió en el tanque y lo sacó bien lleno se lo llevó a la boca se enjuagó dos veces y se lavo la garganta con dos gárgaras. puso el coco en el mismo sitio, se inclinó y sacó del rincón un cabo de tabaco que había dejado la noche anterior, agarró un tizón de chicho y encendió el cabo, agarró una silleta vieja que estaba arre costada en la tina la haló hasta el cola de pato donde comían, lo arre costó y en un paral y se sentó. Ya eran las 5:45 a.m. oye tu dijo tráeme el café con un pegoño de arroz dormido, que me voy a sembrar la yuca y el maíz, para que comas el año que viene, por que yo quien sabe si estaré vivo, a ti si te gusta desafiar a la ganzúa, buscando que un día de esto te coja la caña y pus purrunduchi, quedas requineterna, triquimorqui carabela es torqui, y entonces si, hasta aquí llegó mana pacha. Apure déjate de hablar tanta mierda. Zoraida llenó el coco de café yo digo que media como un litro y arrancó con una cuchara de palo el pegoño de arroz era como media libra y se lo llevó, empezó a comer, cuando terminó, se paró agarró la angarilla que tenia en la boca de la tina y se dirigió a el palo de mamón donde tenia amarrado el burro, lo angarilló hizo las ondas y alzo los dos sacos de vástagos de yuca que había picado en la noche, antes de acostarse, colocó la bolsa del maíz, agarró el garabato de espina de indio se apoyó en el y saltó al burro, Burro nojoda lo puyó y se fue. No dices ni hasta luego falto, le dijo Zoraida el miró pero no dijo nada. Continuó el burro su marcha, cuando habían andado como una hora en una curva que le llaman la curva del diablo le dió ganas de fumar, bajó del burro don Rogelio, para encender su tabaco, se sentó sobre una piedra, saca el tabaco de su mochila, le muerde la punta como besándolo, saca la serillo raspa el fosforo, pero esta mojado, no funcionó, toma dos piedras las choca y con su chispa enciende su tabaco que por la demora de tenerlo en la boca ya estaba babado hasta la mitad. Sin importarle nada lo encendió, tomó su garabato, saltó al burro y se fue, una tos, sangre emana por sus narices, esputa y nuevamente mira sangre. fue tanta su sorpresa que perdió el sentido, cae al suelo con la candela de su tabaco se encienden sus ropas, pero nadie viene, nadie se aparece en ese momento y muere, por culpa del tabaco uno ,el cáncer y dos, muere quemado por algo que había convivido tanto tiempo, en quien había invertido parte de su patrimonio, a quien cada vez que lo encendía lo besaba y así fue.
Todos los extrañan, todos lo lloran desesperado y amoroso lo mata por su acesino amor.
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