Violeta Parra.
( Del libro de Laura )
Basado en el documental de Televisión Nacional de Chile: VIOLA CHILENSIS.
" Qué pena siente el alma
cuando la suerte impía
se opone a los deseos
que anhela el corazón "
Una feria artesanal, en la vereda sur del río Mapocho del Parque Forestal, fue gran atracción en el año 1959. Laura y sus compañeras de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, la visitaron con mucho entusiasmo. Desde la Fuente Alemana hasta el Palacio de Bellas Artes, un sin número de artesanos exponían su obra, vísperas de Navidad ya anunciándose el verano, sabían de artesanía y de su costo en tiempo y dedicación, aficionadas de la misma manera al folclore y sus canciones, cantaban tocando la guitarra y Laura era una experta en imitar a Violeta Parra, con respeto y admiración como a Edith Piaf y a los niños que cantaban rancheras en las micros. Esa habilidad siempre le dió puntaje en las fiestas universitarias.
" Que amargas son las horas
de la esperanza mía
sin olvidar tus ojos
sin escuchar tu voz ".
A Laura le gustaba cantar " a lo Violeta Parra ", sin haberla visto nunca, solo la escuchaba esporádicamente en la radio, para ella, las canciones de la Violeta eran sabiduría, vida y sus acontecimientos.
" Pero sin embargo a veces
la sombra de la duda
y por mi mente pasa
como fatal visión "
Avanzando en el paseo, se escuchaba más nítidamente una voz y una guitarra, - es la Violeta Parra - dijo Laura, presurosas y emocionadas agilizaron su paso hasta llegar al stand de la folclorista. Y sí, allí estaba ella, un telar, una guitarra y un mazo de greda componían su entorno. Laura vio una mujer desgreñada y descuidada, su cabello largo, actitud lejana, su delantal y sus manos, con greda, cantaba un par de versos y se iba a su bordado, luego volvía a cantar y se iba a amasar la greda. Desconcierto, desilusión .
" Que he sacado con la luna ¡ ayayayi !
que los dos miramos juntos ¡ ayayai !
que he sacado con los nombres ¡ ayayai !
estampados en el muro ¡ ayayai ! ".
Los bordados y sus pinturas los vendía por cuatro monedas, nadie reconocía la magnitud de su obra, mucho menos las diseñadoras en potencia. - ¿ Es naif ? -, preguntaba una, - no - contestaba otra -, - el colorido no es feo -, - el verde y el azul, me gustan, - , - cualquier niño puede pintar así - dijo Laura, - no lo colgaría en mi casa - , - pero podríamos comprar el menos feo para ayudarla, digo yo, sus canciones son muy lindas - , - no parece una artista -, - poco agraciada - , tan lejana a la imagen que Laura desde su adolescencia había imaginado, largas y negras trenzas, un vestido alegre muy floreado, una sonrisa melancólica, mirada dulce, acogedora.
- Acerquémonos, no hay nadie, me gustaría conversar con ella -, Laura estaba emocionada, teniendo tan cerca a la folclorista que la había encaminado en su cantar y su amor por la tradición, las jóvenes con cautela y un poco de temor, ante la actitud huraña, se acercaron y se apoyaron en el pequeño mesón.
Su presencia, no alteró a la Violeta, no las miró, ni siquiera contestó el saludo, tomo su guitarra y comenzó a cantar:
" /: El joven para casarse
siempre busca bonitura :/
/: con la soberbia que tiene
yo lo dejé en la basura :/
huichi huichi que si que si
huichi huichi me gusta a mí.
/: La niña que quiere a un joven
se destina a padecer :/
/: andará de boca en boca
si no se casa con él :/
Huichi huichi que si que si
Huichi huichi me gusta a mí.
/: Muchos tienen por costumbre
engañar a cualquier pobre :/
/: por eso naiden se creda
lo que prometen los hombres :/
Huichi huichi que si que si
Huichi huichi .... "
Luego del canto, les dio la espalda y sentándose frente a su atril, recomenzó su bordado, las jóvenes pensativas siguieron su recorrido. - Algo nos quiso decir -, - a mí también me lo pareció -, - estaba en lo suyo, ni se dio cuenta de nuestra presencia -, - estuvo en Praga, en Rusia, en París, en Londres, ¿ qué tanto le podía importar nuestra presencia ? -
"Como cambia ´el calendario ¡ ayayai !
cambia todo en este mundo ¡ ayayai !
ayayai
ay ay ".
Nunca se entregó. - Yo ya me comí el alma - respondió en una entrevista en París, ante la pregunta de una destacada escritora francesa - ¿ quieres comer, tienes hambre ? -
" Que he sacado con el lirio ayayai
que plantamos en el patio ayayai
no era uno el que he plantado ayayai
eran dos enamorados ayayai
con el tiempo no ha cambiado ayayai
ay ay ".
Aquí, ahora y rápido, su estilo de vida, había que saber cantar, tocar la guitarra, canciones desgarradoras, temática indígena, la creación en si misma. Utilizando recursos de la música " culta ", recopilaba canciones desde lo bajo, la cantora arriba, ella más abajo, en ella se encarna lo mejor de la tradición chilena, la poeta natural de Chile, nadie más ha podido hacerlo.
" Que he sacado con la sombra ayayai
del aromo por testigo ayayai
y los cuatro pies marcados ayayai
en la orilla del camino ayayai ".
Tenía el don de la amistad y la virtud de la simplicidad, en su " casa de palo ", predominaba la música , el canto, los colores de las lanas, todos los Parra juntos, y el pequeño tema de la Violeta y su talento, un día llegó a ser el gran tema, - y el mundo llegó a ser demasiado grande para mí, los chilenos somos grises, con miedo a la innovación - , su pueblo la reconoce.
" Que he sacado con quererte ayayai
clavelito florecido ayayai
ayayai
ay ay
aquí está la misma luna ayayayi
que en el patio el blanco lirio ayayai
los dos nombres en el muro ayayai
y tu rastro en el silencio ayayai
pero tú palomo ingrato ayayai
ya no arrullas en mi nido ayayai
ayayai
ay ay ".
Termina con su vida, su talento y su alma de poetisa, en Febrero de 1967 en su carpa en la comuna de La Reina, en Santiago, dejando tras de sí su huella, su estirpe y su presencia, en su descendencia, en su trayectoria, en sus libros y en sus discos.
" ¡ ay, qué manera de caer hacia arriba
y de ser sempiterna, esta mujer ! "
Pablo Neruda. |