Atrapado

Una vibración en el piso me despertó bruscamente, miré hacia arriba y la vi. Su tamaño era descomunal, era el arácnido más grande que hubiese visto, y estaba descolgándose desde el techo, directo hacia mí.

Intenté no dejarme llevar por el pánico y concentrarme en el golpe que le daría apenas ella estuviera a mi alcance. Los segundos transcurrieron raudos, tomé aire y me apresté a golpear al bicho con todas mis fuerzas, pero eso no llegó a ocurrir.

En lugar de mi puño viajando hacia la araña, sólo sentí nuevamente la fuerte vibración que antes me despertó. Tampoco sentí mi brazo, sólo un dolor en mi espalda, justo en el lugar desde donde provenían las vibraciones, las que luego se traspasaban hacia donde estaba recostado. Ese lugar que me albergaba se encargaba de amplificarlas.

Intenté hacer memoria. Hacía menos de un minuto estaba cómodamente recostado viendo televisión, y ahora aparecía atrapado en una tela de araña, a sólo segundos de mi muerte. Luché una última vez por liberarme, pero el apagado batir de mis alas sólo lograba excitar más a mi captor.

Siempre supe que el soñar despierto que era un humano me traería problemas, pero nunca pensé que mi final sería éste.

Jota