Todos duermen, a mamá no hay quien la saque de su dosis de emocor nocturna, no gana para disgustos, dice. Yo sabré qué hacer con ellos. Si los jodidos escalones no chirriaran esto sería menos siniestro, está bien que así sea, le da un toque de misterio al asunto. Quizá alguien ruede una película sobre mi vida alguna vez, deberían hacerlo. Ahí está el viejo gordinflón, borracho como una cuba. No se mueve, no reacciona. Las cerdas de la televisión local, se ha dormido empalmado el muy cabrón. Tengo que hacerlo bien. Los cordones de las zapatillas bastarán. Muy bien, así no podrá moverse, de todas maneras dudo que aguantara el equilibrio. Qué asco, este puto olor me ha perseguido toda la vida, vino barato o whisky o yo qué sé qué bebe este mierda. Se ha despertado, joder, bueno, tranquilo, entraba en los planes, aunque hubiera sido mejor despertarle con la pistola de agua. ¿Por qué chilla? ¿Es que acaso no sabe que ya está perdido? No tienes escapatoria, no, no, sale en demasiadas películas. Mejor voy a sonreírle, sí, sí, psicópata, dice. Yo no soy un psicópata, esto lo hago por un motivo, hijo de puta, esto lo hago por todos nosotros. Cállate. Toda la vida con esa puta palabra en la boca, Muñequita, pero ya soy un hombre y soy fuerte, lo sé. Puedo con este viejo. ¿Le escupo? No, mejor vayamos al grano, no quiero que Sara o el bebé se despierten y vean lo que tengo que hacer, no lo entenderían, son demasiado pequeñas, no comprenderían que es lo único que puedo hacer, que las estoy salvando. No te muevas, joder, lo vas a cagar todo. El cuchillo, ¿dónde coño lo escondí? Vale, en el sofá. Eres un maldito cabrón, mira cómo chilla, chilla como una niña en una peli de terror. Les diré que incluyan esto, al viejo borracho chillando como una niña. Ya no está cabreado, ahora está acojonado, lo veo en sus ojos. A-co-jo-na-do. Si hasta se va a poner a llorar. Pero hombre, si son unos cortecitos de mierda, Muñequita. Grita demasiado, me va a obligar a acabar con esto ya, con lo que me estoy divirtiendo. Cómo se retuerce, perrito mojado, triste en la carretera. No llores, no llores, no llames a tu mami, muñequita. Tengo que hacerle callar, la garganta, joder, cómo sangra, como el cerdo que es, lo va a poner todo hecho una mierda. Le salen burbujas por la raja, no sabía que esto fuera así, sí que tiene sangre el cabrón. Ya no se mueve. Cómo pesa, tendré que bajarlo en el ascensor. Y mamá, mamá se cabreará por la mañana cuando vea que tiene que limpiar todo esto. |