Estamos solos, muy acompañados, poco enrojecidos por la mar que se pone brava. hora descansan los sueños en mi regazo, ahora todo es sueño, todo es disfrute pues nada es tan real como el arcoiris efímero de la vida.
Se vuela el tiempo en silencio mientras queremos atraparlo, me persigue el recurrente sonido de la luz, ansío con tenerlo nuevamente en mis ojos y perder por fin la ilusión de vivir una realidad tan limitada.