Agonizaban mis palabras,
bajo toneladas de recuerdos
y ningún significado,
resurgieron ante la visión
de libertad expuesta
ordenada en tablones y hojas.

Me pregunto si será quizas
demasaido tarde ya...
pensamientos anclados al cemento,
esa masa informe de realidades
y mentiras oscuras y tediosas,
si los años pesan demasiado
para soñar mares atado a ellos.

O si pueden, por el contrario,
hundirse las letras y los poemas
en profundos cielos esmeralda,
revolotear rodeados de algas,
rozar estrellas de frio fulgor
y salir indemnes de tal audacia.

He oido que la métrica y la rima
son los barrotes que encierran la poesía,
yo en cambio creo en un cielo,
un espacio de metaforas abiertas,
mas allá de la realidad,
donde versos se forman en extraño orden
donde mis manos pueden dar forma al caos
donde los renglones alcanzan mas valor
cuando los codigos son mas extraños,
y la poesía se convierte en onanismo,
en la mas secreta pertenencia.