Do, en Fa de mí

Rondinela pasional,
línea que degusto de palpar,
encarnación otoño de diapasón irregular,
elimina cuerda innata de mi tacto
y reduce a fría miseria el sonido de mi esencia.

Sí, en Re de mí
Rondinela

En destierros me fomentas los placeres
y en deseos de tu vientre desafino mis endebles,
pues aun en mis sonidos:
lisos, lentos y dormidos
nos topamos en el lecho
del que intenta ser eterno.

Sol, en Do Re mí
Rondinela

Amar traiciona a mi razón,
Suma de los ecos del sonido sin sabor,
es lo único perfecto,
Insalubre y siniestro
que puede definir
quien ha de morir,
y quedarme sin opción,
estar perdido en vibraciones de dolor,
emociones perturbadas
y reacciones frecuentas
a la silueta de tu cuerda
tan vacía como muerta


porque

La, en Sol de mí
Rondinela

Grito:
Que Re no te defina
y mi La no te bendiga,
que te pierdas en un Sol y
en el último movimiento
de tu eterno diapasón
te quedes sin tu Mi.