No haga el bien por temor el al castigo. No haga el bien como ultimo recurso para salvar su alma. No practique el bien calculando la recompensa. La caridad no duda, no desconfía, no contabiliza ni espera. Haga el bien naturalmente, cono si Dios no existiese como si el no esperara eso de usted como los ateos, como los ateos.
Texto agregado el 28-05-2008, y leído por 90 visitantes. (0 votos)