Hay que saber abordarlo, no es fácil, dicen que tiene doce guardaespaldas y siempre está en medio de una gran congestión de creyentes. Mi abuelo dice que no solo hay que tener fe sino también astucia, pero eso de ser vil no creo que funcione, por que mi tío pocho no podía hacer pipi, ósea, sufría de cáncer a la próstata, él se hizo al desmayado delante de Jesús mas de dos veces para ver si podían hacerle el milagro, pero un tal Pedro le dijo que se debía tener fe no solo deseo; pobre tio pocho, eso le pasa por haber andado mucho con esas fariseos pecadoras. En cambio mi hermanastra, ella si fue muy afortunada, es algo que nunca entendí, era una mala mujer, andaba de puta con forasteros y se iba no se en cuantas caravanas nocturnas, de esas que siempre terminan en orgías; pero su amor platónico era Jesús, ella me confesó que desde que lo vio por primera ves desde un montículo, quedo enamorada de él, dijo que había sido amor a primera vista, aun que el no lo vio, pero de que fue afortunada lo fue, por que un día no aguantó mas y se llenó de valor y corrió hacia Jesús para besarle el pie, pese a que las traía con llagas y todas sucias-que cochino-; entonces todo el mundo pensó que la Maria Magdalena había llegado al colmo de su libido, mi abuelo estaba avergonzado y mis tías también, pero vaya suerte, el tío le correspondió, así todo pulcro y hecho un señor Mesías le correspondió, hasta lo perdonó y pidió respeto para ella a todos los que murmuraban; había sido su media naranja el tío, quien iba a imaginarlo.
Por eso, eso de tener fe y constancia no encaja bien en mi cerebro, ¿que es fe; como se consigue eso? He oído a Jesús exponiendo ese tema enésimas veces, pero no entendí nada, mas me gustan sus parábolas del gran samaritano y entre otras aventuras, todos por que me recuerdan a mamá, ella solía contarme cuentitos parecidos a los de Jesús antes de dormirme. Ya estoy cansado de ser un pequeño peregrino invisible, es irritante caminar kilómetros y kilómetros sin ser tomado en cuenta; aun que a veces dan rancho, un día se comió arto pescado y pan, pero solo a veces, con frecuencia uno debe pasarla mal. A mi abuelo no le importa eso, a él solo le importa que Jesús me devuelva el brazo izquierdo para ayudar en los cultivos, dice que me la paso de flojo todo el rato; pero cuando tenga suerte de acercarme a Jesús voy a pedirle que resucité a mis padres, así como lo hizo con Lázaro, desde luego, le pediré que me aumente unos centímetros mas de altura y que me ponga un nuevo brazo izquierdo, es lo justo, después de haber caminado mucho.
Continuará….
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