Oh Academia majestuosa de sabiduría griega,
donde Tales de Mileto sobre el agua ha meditado
como esencia de las cosas. Emergió un templo dorado
en cuyo jardín convergen Alfa y Omega.

El genial poeta Hesiodo promulgó su Teogonía...
Anaximandro, Anaxímenes, siguieron buscando esencias;
el primero, el Infinito manejó como teoría,
y el segundo habló del aire como centro de existencias.

¡Oh Parménides, Heráclito!, ¿en verdad todo está quieto?
Volaron pensamientos, del número habló Pitágoras,
mientras tanto el movimiento continuó siendo un secreto,
que Aristóteles trató, dando vueltas por las ágoras.

Los sofistas intentaron persuadir con la oratoria,
Aquiles y una tortuga corrieron junto a Zenón;
las Ideas cual sustratos ha propuesto el gran Platón,
y el propio Platón a Sócrates alzó a la histórica gloria.

Empédocles ha encontrado raíces como elementos,
habló el maestro Anaxágoras del Nous como orden del mundo...
Pirrón fue el primer escéptico... En Grecia los pensamientos
forjaron por excelencia la cumbre de lo profundo.

Los estoicos y Epicuro conformaron un equipo
de dominio de sí mismos y preceptos moralistas,
igual que el latino Séneca... Las teorías atomistas
han tenido como ideólogos a Demócrito y Leucipo.

Oh Academia colosal do habitan las nueve Musas,
oh jardines de eminente y feliz sabiduría,
do han nacido las ideas preciosas, nuevas, abstrusas,
que han gestado en Occidente la feraz Filosofía.