VIDAS PARALELAS
De los muchos caminos que se acercan en tiempos de necesidad oculta, en casi todas nuestras marcas son indelebles. Materializadas por signos, números, guiones y contraseñas, por lo que a menudo invisibles a los ojos de los transeúntes inconsciente, pero visible para los caminantes que, como nosotros, son portadores de sueños, utopías y apasionada mente.
También se en el mismo camino que muchas veces, perdemos, buscar y encontrar ardorosamente como lavarse en busca de la salvación. Incluso entonces, rotas en las calles desiertas, los últimos vestigios de nuestros besos furtivos, gostosura de nuestra amassos y nuestro inmenso hambre de amor, permanentemente insaciables.
Todo fue siempre muy rápido, en la oscuridad, por temor de flagra. Los tiempos malos entendidos se recomienda velocidad, agilidad y ojos de lince. Por lo tanto, aprender a leer entre líneas, en los ingresos de cocina en los libros de Ivo vio la uva. Y en este vai y viene, los riesgos de noches con experiencia breve pero intensa, en la que nosotros, como fiel compañero en peligro.
En permitíamos sueño, tras el crepúsculo, miraba los sueños, pero siempre los sueños. Nuestra ropa de color brilhavam la luz de la luna y nuestros cuerpos que disfrutan el sabor de aragem que refrigerava las almas y que funcionó como antídoto.
Cuando el día raiava, que son esencialmente normales, normalíssimos como certinhos y con el paso notablemente monótono. Desempenhávamos eficiencia con nuestra rutina a la luz del sol, - algunos pasos, los sentimientos contenidos. Parecíamos seres andrógenos, assexuados, carece de alma y la imaginación. Discretíssimos debe ser lo más prudente para las funciones que nos destina.
De este modo, a través de nuestra oculta, sobrevivíamos, y que sólo más para hacer frente a perturbaciones. Nadie nos reconoce, detrás de los que están en negro y túnica blanca, el traje, la corbata y comportada midi falda o terninho del poder ejecutivo.
Por la noche, fuimos poetas, compúnhamos versos y, como tal, conseguíamos capturar los mensajes de los tiempos y los profetas arvoramos y menestréis para anunciar el nuevo mundo. Pero como el colorido mundo todavía estaba lejano, siembre se mantuvo en la oscuridad.
Y, en la oscuridad, semeávamos, capinávamos los Cardos, las espinas que espetavam nuestras manos romántico. Siempre, siempre así, hasta la mañana siguiente.
Y así vivimos noches y noches, días y días, crepúsculo y auroras. Amassávamo nosotros en la noche y en alisávamos de días |