Talvez un día prometí no hablarte del amor que siento por TI, de ese amor que fue algo más que pasión o versos, de ese amor que aún vive impregnado en la esperanza de mi alma.
Hoy en mí nació la valentía que jamás tuve antes y con supremo arrojo he decidido compartir estas letras contigo.
Matices de esperanza prendidas en el alma
despertaron verdades jamás imaginadas
prodigando inquietas realidades
que hoy viven en una tempestad sin límite ni calma.
Puede ser que hoy sea el inicio o el fin de esta confirmación de amor.
Ayer soñé otra vez contigo y esta es la causa de mi inspiración:
“Advertí que era digno rescatar el arte, el arte literario entre ellos lo que mas adoro la poesía, entonces, “decidí luchar por el amor”; en ese instante, alguien pidió que de mi alma brotaran las mas recónditas verdades, no supe que escuchabas con esmero aquellas palabras que llegaron a impresionarte, pero tuviste que preguntarle a alguien mas si eran míos los versos (estoy segura que tu corazón siempre lo supo, pero nunca lo aceptó por indiferencia).”
El dulce amargo de tus dudas no llegaron a importarme, solo desperté cubierta del aroma que en tus besos descubrí, las huellas aún están aquí.
“Nuestro amor fue cambiando sus perfiles, todos sus colores primaverales se tornaron grises hasta volverse de un negro intenso y peligroso.”
Eres la inspiración de estos versos mal o bien formados.
Sé que detrás de esto aún existe amor, agobiado quizá por la indiferencia, sin fuerza suficiente para que a tu corazón llegara, sin fuerza suficiente para que escucharas el palpitar de mi corazón enamorado.
Sé que cada vez se va marchitando, quedándose escondido entre el abismo que nuestro egoísmo creó con la distancia.
Aunque hoy ya no te importe el pasado que cubrió nuestras almas de pasión inesperada, solo quiero que contigo lleves el amor que yo aún llevo en mi alma. Y ese amor es por ti, no quiere desaparecer, no quiere morir se mantiene con la esperanza de un reencuentro.
Quise dominar al pensamiento para que TU ya no formaras parte de mi aliento, ¡…si que lo intenté…!, pensé que el dolor de tu ausencia era suficiente para intentar olvidarte, pues nada de lo que pretendí funcionó y aquí estoy soñando, deseando que cada uno de estos sueños llegue a cumplirse.
Me afiancé en la esencia que dejaste con tu cálido arrullo de pasión aquella tarde de marzo, secretos que cohibidos viven en mi aliento me tiene atada a tu regreso, esos son recuerdos que existen aferrados a lo impredecible de la nada que hoy para mi es todo. La lluvia que besa mi rostro se confunde con estas lágrimas, lágrimas causadas por este AMOR latente.
Atrapada en esta batalla quise preguntarme:
¿Por qué tuve que encadenarme a la naciente esperanza que vive en mí como aliento de vida? ¿Por qué?
¿Qué pasó con el amor que prometimos tenernos?
¿Qué pasó con la ilusión de compartir sueños y esperanzas?
¿Fue por la fuerza del destino que este amor fracasara en el olvido?
Y de respuesta a estas interrogantes tan solo pude contestarme:
Ocurrencias que por inocente pretendí que siempre estuvieran en mí
Como un misterio que susurra al oído, cada instante crece esta ilusión, pero se pierde en la soledad en constantes vaivenes de tristeza que son causa de sollozo y lamento.
Tú vives en mí,
eres mi complemento
eres el amor escondido en un paradigma resistente
a los abrojos de la penumbra.
Resistente a todo este sentir, quiero ahondar en esta situación.
Nada como el dolor de tu despedida,
el eco del adiós vibró hasta el infinito
dejando contrastes que hoy sepultan lo vivido.
Lastimaste mi corazón, heriste de muerte el amor y cuando creí estar preparada para amar a otro ser que no fueras tú, ¡…descubrí…que…! sigo amándote, porque cada noche mi alma te busca y en mis sueños estás presente, presente tanto como el bendito día en que mi corazón descubrió AMARTE.
Me entregué con la pureza que el amor exige, fui totalmente esquiva a tu indiferencia, confiaba en que el tiempo acabara con lo que yo creía que era un engaño. Confundida entre suspiros de esperanza y desvelo intentaré alcanzarte.
Con letras que recorrerán el aire, mar y tierra, pretendo entregarte la razón de esta insistencia.
Hoy he plasmado este AMOR CRECIENTE, que no admite permanecer en la soledad de tu adiós.
Y si después de todo esto prefieres eludir mis sentidos, entonces con dulce calma te ruego contestar a mi cruel realidad.
¿Dime si algún día este amor inmenso se reflejó en ti?, como siempre tú solías decirlo.
¿Dime si existe la posibilidad de abandonar este sueño?
¿Dime si existe la posibilidad de olvidar el dolor?
¿Dime si existe la posibilidad de arrancarte del alma?, ó
¿Dime si existe la posibilidad de redimir lo sublime que sería el amor si juntos viajáramos por la vida alimentándola con la suavidad que requiere decir un TE AMO?
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