Estamos inmerso en un pequeño universo, en donde las expectativas son cada vez más negativas y conflictivas. Sumergidos, nos encontramos, en una comodidad, sin mayores dificultades, sin mayores desafíos.
Somos bípedos racionales, y como tales, pensamos y creamos una vida, en donde, el pensamiento juega un papel fundamental. Mas, hemos progresado a tal punto, que nos hemos vuelto incapaces de mirar más allá de una simple pantalla de televisor o de un automóvil de lujo. ¿No es irónico cuando nos incomodamos durante un corte de agua, mientras afuera llueve con una brutal suavidad? Hemos olvidado el real sentido de la vida y los elementos que nos mantienen unida a ella.
Durante nuestra estadía en este paraíso, mucho de nosotros, nos desligamos de la capacidad de creación y de búsqueda constante de interrogantes. Generalmente, nos limitamos a una vida sencilla, sin mayores cambios ni actividades significativas. Por otro lado, rompemos y olvidamos el contacto con los dioses, como dirían algunos pueblos politeístas, o sea, pasamos a llevar y a despreciar la naturaleza: hemos destruido gran parte de ella, ya no nos conectamos con ella ni espiritual ni físicamente y tampoco estamos ofreciéndole la importancia que merece y que debería radicar en ella.
Debemos, como parte de esta sociedad, trabajar en la política y en la vida cotidiana de cada ciudadano para abrir los ojos, educar, y eliminar esos muros que limitan nuestras mentes y que sólo aprietan y presionan, las ideas y la imaginación. Nuestra política, como seres humanos, debe centrarse en la educación y en la formación de personas capaces de mezclar y producir, a su modo, las ciencias humanas y las ciencias científicas. Se necesitan nuevos individuos con expectativas, con nuevas ideas, y sobre todo, con conocimiento desparramado en todos los estratos sociales, políticos, económicos y culturales. Inhibiremos lo conflictivo de nuestros partidos políticos y haremos un “feed-back” positivo en las raíces de este árbol social: los jóvenes. Es de esta manera, y, con principios y valores claros, reconociendo, preservando, observando y utilizando nuestro medio ambiente, como impulsaremos un país y un mundo pleno y desbordante de potencia.
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