* Como si nada tuviese sentido y todo estuviese prediseñado. Como si este sueño que me acecha desde hace ya más días de los que me gustaría, me convirtiese en quien no soy no quiero ser. No es dolor, no son celos. Es decepción. Provoca por mirar a ambos lados y ver gente andar, correr... pero nunca pararse, nunca mirarte.
Texto agregado el 22-05-2008, y leído por 165 visitantes. (2 votos)