| Cuenta una antigua leyenda marina que en un  cierto tiempo existió un delfin de color escarlata. Sus amigos lo llamaban Chispitas  porque cada vez que venían las ballenas al arrecife, estas se burlaban de  él y como no tenia sentido del humor se volvía cada vez más....más escarlata. Pero, lo que más le dolía a chispitas era que los demás delfines no  lo aceptaban por su peculiar color rojo-escarlata, y eran tan odiosos cuando pasaban cerca del arrecife ni siquiera se molestaban en saludarlo. Sin embargo, Chispitas contaba con el cariño y amistad de los otros peces del arrecife. _No te preocupes Chispitas, nosotros te queremos  tal como  eres. Además nos encanta tu color rojo-escarlata. Es diferente y bastante original_ Le decían  con cariño sus amigos. Pero, Chispitas a pesar de la amistad y cariño de sus amigos quería la aprobación de los otros delfines  ya que había oído decir que con ellos podría viajar a grandes distancias y conocer lugares nunca imaginados.
 El caballito de mar que habitaba en el arrecife lo comprendía muy bien y un buen día le dijo: _ Mira, Chispitas, sé que la sirena Hermelinda sabe de grandes hechizos y te puede ayudar, pero ten cuidado ella vive muy lejos de aquí y tu no conoces los peligros que  puedes encontrar en el océano_. Sin embargo, Chispitas deseaba tanto ser un delfin igual a los demás que decidió buscar a Hermelinda sin importar los peligros que encontrase en el camino.
 
 Después de nadar grandes distancias, se encontró con un extraño pez de color púrpura con franjas anaranjadas.  _Tu no eres de por aquí, nunca te he visto, y que curioso eres, yo nunca había visto un delfín escarlata_ exclamo el extraño pez. -Si, más de uno me lo ha dicho_, ya molesto con el mismo comentario. _ Me llamo Púrpura. ¿ y tu?_   pregunto este. _Yo me llamo Chispitas, por casualidad tu sabes donde vive Hermelinda?_ Pregunto Chispitas. Ella vive  después de las 4 corrientes, pero ten cuidado en ella viven peces muy feroces_ Le advirtió Púrpura
 
 ¡Que corriente tan fría!. Debo estar cerca de las cuatro corrientes, y que peces tan extraños. Indudablemente en el ancho de mar hay todo tipo de peces. Pensaba Chispitas para sí mismo. De donde vienes amigo delfin Le preguntaron a  coro todos los peces. _ Vengo de muy lejos y estoy en busca de la sirena Hermelinda. Le respondió  Chispitas. _ Ten cuidado, esas son aguas de tiburones!!! Le respondieron los demás  peces. _Ten mucho cuidado, por nadar por esas aguas, un tiburón martillo se ensaño conmigo y  al  tratar de escapar  caí en un coral fuego, y mis pobres espinas se quemaron. Menos mal que mis amigos del arrecife me curaron  con unas algas y así sanaron  mis lindas espinas_ Le dijo el pez de  altas espinas. _Tendré mucho cuidado amigo, muchas gracias_ le dijo Chispitas despidiéndose.
 
 De repente apareció un enorme tiburón, y ignorando totalmente a Chispitas se dirigió a gran velocidad en dirección a un  pececito escondido detrás de un coral  fuego
 ¿_ Quién es ese delfin escarlata? y que hace por mis aguas? Tu sabes que no me gustan los intrusos_  Le dijo con gran fuerza el tiburón al pobre pececito que estaba muy asustado.
 
 Ante la gran sorpresa de los otros peces, Chispitas, que además era un delfín muy valiente, se dirigió rápidamente al tiburón y le dijo: _ No te da vergüenza, que descargues tu furia hacia un pequeño pececito?_. ¿_ Y quién eres tú para reclamarme? _ Le replico con furia el tiburón a nuestro amigo. En ese momento apareció una pequeña medusa y dirigiéndose hacia el tiburón le reclamo. _Gruñón no seas tan detestable, acuérdate que hicimos un pacto con los delfines. Ellos salvaron a tus hermanos de caer en manos de unas gigantescas ballenas_ Otro Tiburón!!! y no se ve muy amigable!!. Mejor me escondo detrás de estas alguitas. Pensó Chispitas para sí mismo.  _Ni se les ocurra acercarse al delfin, ellos protegen además a las sirenas y Hermelinda se enojaría mucho si le pasase algo  a alguna de ellas!!!! _dijo con firrmeza la medusa a los tiburones. _ No nos importa, ese delfin proviene del gran arrecife y nuestro  hermano el tiburón martillo dice que allí habitan peces muy suculentos!!! respondieron ambos tiburones. La medusa sin pensarlo dos veces le toco levemente con sus tentáculos al pobre tiburón y este gritando de dolor se fue nadando  rápidamente. _ Mis pobres aletas, mis pobres aletas!!!! se quejaba mientras se alejaba.
 _ Mejor nos vamos  de aquí antes de que esa medusa nos termine de quemar nuestras hermosas aletas, pero esto nos se va a quedar así, ya sabrán de nosotros_  dijeron los dos tiburones a la vez.
 Mientras tanto Chispitas había hecho amistad  con una pequeña sirenita. _ No me digas que tú eres Hermelinda? _ Preguntaba Chispitas. _ No, riéndose ante la ocurrencia, ella es la reina del arrecife. Allí queda nuestro reino_ Le dijo la sirenita.
 _Hola pequeña, y quién es tu nuevo amiguito? Le pregunto una bella sirena a la sirenita.
 _ Se llama Chispitas, por cierto ha venido de muy lejos y quiere hablar contigo, Hermelinda_ Le dijo la sirenita. Y de repente!!!! Aparecieron dos grandes tiburones. _ Les dijimos a ustedes que volveríamos_ Le dijeron los tiburones. Chispitas que ya estaba ya cansado de esos tiburones se dirigieron directamente a ellos  y exclamo: _ Dejen en paz a estas sirenas que ellas no les han hecho nada_ y para sorpresa  de este, se volvió cada vez más rojo –escarlata. _Un momento amigos, ese es un delfin  escarlata, la última vez que supe de uno de esos, supe  que mi amigo, el pez piedra, se enfermo con graves manchas por todo su cuerpo al estar cerca de uno esos delfines. Así que yo me largo_ Exclamó un pez gris de largas antenas.
 _ Mira, amigo, tienes manchas rojas por todo tu cuerpo_ exclamo uno de los tiburones. _ Y tu, estas de color verde, y me duelen mucho mis aletas, vamonos de aquí, ese delfin es peligroso_ exclamo el otro.
 
 Y fue así como Chispitas se dió cuenta que su color rojo-escarlata tenía ciertas ventajas. Hermelinda en agradecimiento por haberla salvado de los tiburones, invitó a Chispitas a que se quedase viviendo con ellos. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
 
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