Inicio / Cuenteros Locales / huehueteotl / Corresponencia de dos mundos (Carta 3)
Querida Sophie:
Estoy contento de que vayas a conocer la Unión Soviética. Creo que no soy el único que percibió la efervescencia de tu interior a través de tu música. Solo espero que el violín que amas tanto no se vuelva odio por la obligación de ser un icono de tu cultura.
La noche antes de mi regreso tocaste el violín igual que como me haces el amor. Imaginaba el arco del violín con la misma fuerza de tu lengua cuando recorre mi boca, como si tuviera vida propia. El toque de tus manos es tan exquisito que parecía que querías arrancar notas de mi cuerpo. También cierras los ojos, y también aparece una gota aperlada de sudor sobre tu pecho. El clímax en tu música aparece justo cuando tú permites que así sea, y en mí lo prolongas hasta que las notas hacen la combinación correcta de fuerza y delicadeza, para rematar con el final de la melodía, dulce y tranquila.
Las nubes están cayendo sobre mí. Sé, por lo que me escribes, que nunca dejarás tu patria, y pedírtelo sería como dejarte huérfana. Después de todos los sueños concebidos, despierto a la realidad de las diferencias de nuestros mundos. Mi oficio de historiador me impide tomar partido de alguna postura ideológica, pero mi corazón desearía que no fueras tan roja como tu sangre.
Temerosamente tuyo:
Mauricio.
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Texto agregado el 20-04-2004, y leído por 123
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