Estrellas de granos de arena dibujados con las manos de la inocencia
Turbados en un cosmos de experiencia.

Es en los viejos soles donde se elije su existencia, esas pequeñas vidas extinguidas
Por la perturbadora realidad

Ensuciadas con la luz de su débil grito, los vampiros solo determinar un su egoísmo, ¿los caminos que ha de recorrer la vida?

Gritos dolorosos en campos sangrientos, agonías de sonrisas, de futuros apagados en trasgresora decisión.

Quien les entrega la potestad de esas vidas, un sol y un cometa de el cual nace este universo, ¿no tienen ellos derecho a la elección?

Y como agujeros traicioneros, faltante de los escrúpulos y como su obscuridad, los devoran, para nunca dejar ver la gentileza del amor.