La figura del bar

Martín entra al bar, palpea los bolsillos del saco, los del pantalón, revisa en las medias y saca un billete, lo mete en el bolsillo derecho del saco. Mira alrededor, nadie lo mira, camina hacia el fondo del bar y se sienta en la última mesa individual, observa a las personas relacionarse entre sí. Levanta la mano, el mozo se acerca, Martín le hace seña de una botella antes que se acerque. El mozo da media vuelta y se acerca a la barra, realiza la misma seña al barman. Éste le acerca una botella de ginebra y una copa media, el mozo le lleva el pedido a Martín, le sirve la primera copa y se retira.
Martín bebe la primera copa rápidamente, arruga su rostro con fuerza, apoya la copa en la mesa. Mira los cuadros de las paredes, son fotografías de personalidades de la ciudad. Martín observa un cuadro por unos segundos, se sirve otra copa, observa el cuadro, reconoce a una joven muy bella y refinada, abre los ojos sorprendido, la fotografía es de este bar. Mira a su alrededor y compara con la fotografía, reconoce el escenario por las manchas de humedad en la pared. Toma la segunda copa, arruga su rostro y apoya la copa en la mesa. Lleva la frente a su antebrazo derecho apoyado sobre la mesa, se despeina. Se toca el cabello, saca un peine del bolsillo del saco, se peina, las mujeres del bar lo observan, Martín se sonríe, tiene los dientes manchados de comida, las mujeres esquivan la miradas y le dan la espalda.
Martín arruga las cejas, se sirve otra copa de ginebra. Observa los cuadros, no encuentra el cuadro de la joven, se desespera, toma la copa, arruga el rostro bruscamente, sin quitar los ojos de los cuadros. Su vista sufre un cambio, se limpia los ojos con las manos, se seca el sudor de la frente, identifica el cuadro, no puede divisar el rostro de la joven con facilidad, se sirve otra copa. Se escucha bullicios y hay miradas a dirección de la entrada principal, Martín observa la entrada, reconoce la figura de una mujer, camina hacia él, se toma la copa servida, pierde de vista a la mujer, la busca entre los rostros presentes, no la encuentra, cierra los ojos, los abre bruscamente, se sienta derecho, mira a su alrededor, manotea la botella, lo mismo intenta con la copa, ésta se le resbala de la mano, y cae al piso.
Las personas lo observan, Martín bebe de la botella por unos segundos, apoya la botella en la mesa, ésta cae sobre la base de la mesa, no se rompe, su contenido se derrama, Martín cierra los ojos, afloja el cuello, abre los ojos, los cierra por unos segundos, los abre lentamente, no reconoce a nadie, la vista le falla, la joven de la fotografía está frente a él, lo observa por unos segundos, intenta hablarle, pero no dice una palabra, solo le deja una nota frente a él, y se retira. Martín guarda la nota en el bolsillo derecho del saco, la saca del bolsillo, la abre e intenta leerla, la vista se le nubla, sacude la cabeza reiteradas veces, hasta que logra leerla, ésta dice; “Martín soy Laura, Mañana me voy de la ciudad, llamame mi número es 4952-7…” El número está incompleto al mojarse con la ginebra. Martín busca a la joven entre la gente pero está no está.