Amistad

Las doce campanadas de la catedral le entregaron la información exacta de su ubicación en el tiempo y el espacio, sin siquiera pedirlo. Ciego se desplazó entre las copas de los árboles, oyendo las coreografías de pequeños seres que se desplazaban por la dormida ciudad.
Ángela no se cuestionó acerca de la lucidez y la lógica de salir a esas horas. Su cándida inocencia impedía que aflorara en ella el temor, desconocido hasta entonces. Su mascota era igual de inocente que ella, sin intenciones, sin reflexiones. Ya le habría gustado a Ángela tener esa capacidad de no saber nada de nada, por siempre. Y tener el instinto de su inocente mascota.
Flufi comenzó a jalar la correa hacia el departamento, mientras que Ángela insistía en que Flufi debía hacer sus necesidades, ya que la había despertado a esas horas. Flufi lloró, y Ángela también. Una criatura gris de alas membranosas bajó del árbol bajo el que se encontraban, y se abalanzó sobre Flufi. Ángela soltó la cuerda y corrió hacia el departamento despavorida.
Una criatura de mayor tamaño, igual de gris pero con rasgos humanos, la sujetó con fuerza entre sus garras y se alejó volando. En voz baja le dijo: "Eso es lo que odio de los seres humanos. Que no se arriesgan ni por sus mejores amigos"


**Nota: el 3er capítulo se borró y no encuentro el original, pero no demorará en llegar. No influye en esta narración, por lo cual la entrego anticipadamente.