Eres un poema, dibujado en mi cornea
Una pintura hecha carne.
Sentir tu inmortalidad, en cada suspiro, perfumado amanecer perpetuo.
Eres ese verbo, que salva, lz mortalidad del hombre, al destruirse, buscando las incógnitas de dios.
Eres esa canción, dulce, suave; me pierdo, me encuentro, dormido, en oleaje, que el tiempo sacude furiosamente. Mi corazón se hunde
Eres esa brisa, sutil, calida, cierra mis parpados, en la inmensidad del ocaso.
Y el calor de la noche te hace diosa, de la nada, convirtiéndote en esa estrella lejana, la mas hermosa, la que en silencio, guía mis andares, al caer la niebla…
Eres la magia, que le sonríe, a mi espíritu, cuando el fugaz rayo de luz
Se refleje en su sonrisa. Que me hace feliz en la eternidad…
Y eres esa muerte callada, que termina bebiendo café, aferra sus manos a la nada, deja ir a su amor, sin pronunciar palabra alguna.
Cuando sus lagrimas se congelaron, al sentir que su vientre, palpitar en la oscuridad…
|