Cuando el aroma de la noche rememoraba en mí; la lejana humedad después de la lluvia en los tejados. Se precipitaba mágicamente una garúa nocturna en el barrio. Mi sonrisa te convenció y tú me convenciste de cerrar la puerta. El perfume de tu cabello. Muchos han descrito esta imagen; pero yo he percibido con éxtasis tú aroma de agua dulce. Conversamos de una u otra cosa. Y el tiempo pasó como siempre. Los amantes en este sueño comienzan desconociéndose. Entonces nos desconocimos… No supimos nuestros nombres; no supimos de nuestros reinos y gobiernos. Y pensamos en amarnos (Recién). La noche se hizo sueño con el perfume de tu cabello. Y pensar que te había desconocido al momento de abrir la puerta.
Texto agregado el 18-05-2008, y leído por 128 visitantes. (0 votos)