Al buscar "el ideal de las cosas de la vida",
vamos haciendo un promedio,
que seria un punto de equilibrio, un ideal posible,
un resultado final escenificado,
o escenificable, en la realidad.
De alguna manera el "exabrupto estará vedado", prohibido. digamos que se configuran normas cerradas. Habría que atravesar un umbral que hay en un escenario vacío, y así resignar la libertad de los excesos, para luego iniciar un camino,
estrecho, particular, de una ruta en linea recta, esperanzador; luego los objetos se interpondrán. Una vez del otro lado, lo primero que sientes,
es que perteneces a un nuevo lugar,
no digo patria, pues mas bien es "como un cielo donde te encuentras huérfago de todo",
y debes de andar por el pentágrama;
sin tanto preguntar, llevando una cuenta equilibrada de los valores, mas esenciales,
para brindarles las imagenes que tu destino conlleva, e inventar una panacea,
llanura sembrada de tiernos pastizales,
una gloria.
Imaginemos por un momento, que dicho umbral sobre este escenario vacío,
esta hecho, fabricado, con forma de marco,
sin puerta, de cartón duro o fina madera terciada.
Entonces el umbral siempre esta presente,
a todo momento hay que atravesarlo,
pasar del otro lado, y comenzar a recorrer un camino que tu debes de conducir sin asistencia. Diría que es una entrada solamente.