la noche total. la luz en mi cuarto de cuatro paredes. la puerta abierta en ángulo recto. el sonido de un auto pasando a lo lejos, tocando bocina. disparos que llueven del cielo, de no se sabe donde ni me interesa saberlo... luego, la calma que apaga todas mis dudas...
me agrada cuando el telón se abre y se enciende la noche, en silencio, con las estrellas lejanas riendo, y ese mudo espejo de plata, brillando para todo mancebo durmiente. debo seguir existiendo, aunque sea la última noche... debo seguir escribiendo, porque me gusta, porque me gusta, porque me gusta... debo seguir respirando, aunque no me guste, y, hasta el último aliento. debo de hacerlo todo lo malo, lo bueno y lo feo, porque no tengo otro destino... y, debo pagarlo, aunque respire o no…
san isidro, mayo del 2008
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