Llegó un rayo inquebrantable y Pablo vio a Dios es el dogma tuve uno que estrelló a mi lado es mi destino y me ha segado. Luz con ondas en valle manso puedo ver como cuando niño no sé muy bien si es lucero pero es tan simple yo la quiero. Aquél fuego que freno caballos y el santo cambio sus rumbos a mí no me ha hecho mella al revés me la ha dado a ella. No es muy pulcro recitar así un canto sin coros solemnes qué nadie vea lo que no es Una luciérnaga por esta vez. Después no sé…
Texto agregado el 17-05-2008, y leído por 143 visitantes. (2 votos)