—Ominoso fuego —decía—,
germen de autodestrucción. ¡Puta naturaleza humana!
Juntaba en sus manos las brazas
que le brotaban del pecho
y se las comía,
en esa inmensa soledad nocturna,
en medio del campo, ¡Estarás cogiendo con otro!
lugar al que se había recluido
ese fantasma atormentado
que soy yo.
27 de julio de 2007
Texto agregado el 17-05-2008, y leído por 166
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
10-09-2008
"Juntaba en sus manos las brazas
que le brotaban del pecho
y se las comía",
Esta imágen es estupenda, ***** martirio
19-05-2008
Tremenda, la soledad que se siente en cada verso. Versos bien plasmados y llenos de fuerza que sale de las entrañas. Muy bueno. Sofiama
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