El lamento del poeta; Por la muerte de su amada, Llora en lúgubre madrugada En su habitación desdichada. La niebla entra por la ventana Toda ella azorada, Su vida ya consumada Ya se extingue en el brillo de la luna apagada. El ánima entra en el aposento Del varón a carcajadas Mientras el llora en cascadas Por la muerte de su amada. Pide al barquero Que lo lleve con su amada En cambio el barquero negando la llamada Desprecio crueldad exclamaba Nunca más.
Texto agregado el 16-05-2008, y leído por 193 visitantes. (3 votos)