Escrito para ti, mi esposa, la persona que amo profundamente, y que hoy no estás conmigo, para que recuerdes mi amor y no lo "olvides” nunca.

La noche de ayer, 15 de mayo, no me acosté a dormir a la hora acostumbrada; esperé despierto hasta la madrugada de hoy; tenía una cita y me importaba mucho cumplir con ella.
Abrí mi ventana, dirigí mi vista al cielo y ahí estaba, esperándome, la luna.
Hablé con ella, en voz baja, casi en secreto, un secreto más sonoro y más potente que un grito y le dije:
Óyeme, amiga Luna, tu desde allá arriba donde estás, puedes ver a la persona que amo, ella puede escuchar tu voz, porque el mensaje del amor, que hablas con tus rayos, es universal y lo entienden todos aquellos que abren su corazón a tus razones, dile, amiga luna, cuánto la amo, hazle sentir en cada uno de tus rayos que mi amor ha ido creciendo cada vez más y es ya incontenible; toma mis besos y entrégaselos con tu luz; que uno de tus rayos de plata deposite en su frente este beso mío pleno de ternura, y que luego otro, acaricie suavemente sus labios, como un beso más, pleno de amor y, para que sepa que mi amor no tiene límites, envuelve toda su persona en tu luz, como un beso gigante pleno de pasión que abarque su cuerpo entero desde su pelo, sus ojos, sus labios, sus manos, su cuello, su pecho, su vientre, su sexo, sus piernas y sus pies. Ustedes también, amigas estrellas, sean mis cómplices, cómplices de este amor desesperado que quiere hacerse sentir, a pesar de todo, a la distancia, díganle que cada cintilar de sus luces es un beso que hoy le envío porque he acumulado tantos en su ausencia que ya no puedo contenerlos más; ayúdame tu también, amigo viento, hazle sentir con tu soplo mis caricias en su tersa piel, háganla sentirse feliz que es lo que más deseo; no se queden calladas ustedes, vaporosas nubes, tomen mi amor, es tanto que alcanza para todas, conviértanlo en finas gotas de lluvia y, en la primera oportunidad, déjenlas caer sobre su cuerpo que amo tanto y esto no sólo hoy, sino cada día y cada noche, porque advierto ahora que mientras más amor le doy, más amor siento. Mi amor crece y se multiplica, quiere hacerse sentir y cuando más lo expreso más aumenta, buscando que lo sienta esa persona amada. Díganle que mi amor es, o puede ser, de la forma que ella lo necesite, algunas veces dulce, otras elocuente, unas más sutil, o callado, o tierno, vigoroso, avasallante, cálido, explosivo, pero que siempre será muy íntimo, muy suyo, y dispuesto a buscar hacerla feliz. Díganle en todo momento cuánto la amo, díganselo en todos los idiomas, en el lenguaje de la naturaleza entera, que lo expresen las aves en sus cantos, que lo aspire en el aroma de las flores, que lo sienta en los rayos del sol, en las gotas de la lluvia, en la caricia del viento, en la frescura de la brisa, en la cadenciosa danza del follaje de los árboles con sus ramas tendidas hacia el cielo cuando las mece el viento, que cada granito de arena de las playas o los desiertos y cada gota de agua de los mares y los ríos sea un “te amo” y que ese mi amor penetre por cada poro de su piel para hacerla más hermosa de lo que ya es, para hacer que se sienta más feliz que ninguna otra, tan feliz como he sido yo gracias a ella porque, desde que la amo, he sido el más dichoso de los seres vivos.

Hoy, en cuanto me levanté, mi necesidad de decirte todo esto ha sido incontenible y aquí está; dicho con la más absoluta sinceridad, tenía mucho tiempo buscando la oportunidad de expresarlo, a pesar de que, estoy seguro, tú siempre lo has sabido.
No sé si ha quedado claro, lo repito con francas, sonoras y sinceras palabras:
¡¡¡TE AMO PROFUNDAMENTE, CON TODA MI ALMA QUE ANHELA ESTAR JUNTO A LA TUYA, CON TODO MI CORAZON QUE LATE APASIONADAMENTE POR TI, CON TODA MI MENTE QUE SE DELEITA RECORDÁNDOTE, CON TODO MI CUERPO QUE QUIERE VIVIR UNIDO AL TUYO PARA HACER DE LOS DOS UNO SOLO, CON TODAS MIS FUERZAS QUE ANHELAN ESTAR SIEMPRE ADORANDOTE, CON TODOS MIS SENTIDOS QUE SE EXCITAN AL SOLO RECORDARTE!!!.

¡¡¡TE AMO!!!