Dame una esperanza,
decime que es posible,
que esos cables quemados tienen arreglo,
que los doctores te van a curar.
Tantos años te idealicé,
con tus cabellos dorados,
tu belleza infinita… tu escudo,
y tu extrema timidez… tu punto vulnerable,
Esos ojos del cielo mío
hoy miran como una niña,
buscando aprobación, cuanta ternura mi Dios.
Pero como fue posible, la vida te ha maltratado
pero estoy, yo estoy a tu lado, a mi manera,
no puedo acercarme, no se hacerlo,
estarás en mis pensamientos, en mis oraciones
pediré por ti al cielo, que no te deje sufrir
que te mantenga alejada de tu espinosa realidad
que estés ausente quisiera y que como una niña mimada
pidas eso, un mimo, jugar, ahí estaré,
trataré de complacerte aunque esto me haga mal,
sonreiré cuando me mires, jugaré tu juego mi sol,
¿pero por qué diablos Dios?,
¿por qué te fijaste en ella?, tenía tanto para dar,
no tuvo boda ni arroz, ni niños, ni tiempo,
¡eso!, les has robado el tiempo, has sido cruel con ella,
¿por qué a ella? o es que ¿no viste que era un sol?
Lo paradójico es lo bien que ella habla de vos,
te nombra cada vez que puede,
se persigna cada vez que te nombra,
¿por qué la engañás?,
¿por qué no la dejás en paz?
¿por qué no nos la devolvés?
Este es mi sentido homenaje para mi amiga Teresita quien acompañó mis sueños de adolescencia y que a los veinte y tantos de años sufrió un accidente con su automóvil, desde entonces han pasado mas de dos décadas, ella ha sufrido y sufre todo tipo de problemas físicos y neurológicos que han truncado la totalidad de sus sueños. Luego de unos años la volví a encontrar por esas cosas de la vida y me juré no volver a soltarle la mano. Esto que he escrito es para vos mi Tere, lo he hecho con el mas puro y sincero amor humano aunque curiosamente sos la única que nunca lo va a leer, de eso me voy a encargar yo, Ri.
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