esa puta niebla que se ríe que te encuentra y te pierde ese puto puente que se desvanece para quitarte la última esperanza de una muerte violenta ese puto pendejo de las trenzas rojas que no existe ese sujeto de abrigo beige y boina escocesa que viene y vuelve y se va que entra por la ventana del octavo piso que engaña para ser engañado que le gusta sufrir y ese ser extraño que no entiendo todos ellos podrían desaparecer entre sus callejones oscuros y sus fantamas, que ya tengo demasiados
Texto agregado el 14-05-2008, y leído por 133 visitantes. (2 votos)