En la profundidad de mi alma
se aloja mi deseo de hallarte.
Y en una tarde armoniosa y calma,
con gran entusiasmo buscarte.
La oscuridad de la noche me invade
aumentando las horas en soledad.
Y espero que entonces no sea tarde
para amarte por toda la eternidad.
Todo eso ya es antiguo
porque el gran dia ya llego,
y en esa tarde serena y tranquila
entregarnos el corazon.
Ahora,juntos, vamos caminando
a ese mundo feliz que el destino
generoso nos viene llevando,
para unirnos como algo divino.
AUTOR andres gabriel acquaro.
Texto agregado el 14-05-2008, y leído por 139
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