En el sigilo de la noche, cuando todo está al borde de la alborada y el rocío tímido de las ilusiones intenta tocarnos, interrumpe nuestra catarsis noctámbula el sonido severo y estridente de unos golpes. Golpes que en la solidaridad social hacen eco en la historia nacional y nos remontan a los años treinta del siglo pasado... Para entonces, ya sabes de qué se trata, tu corazón no para de latir en lo que parece una desfibrilación de terror! La pregunta es incesante y no te deja pensar lo demás con claridad: quién fue? quién dió mi nombre? adónde me llevarán!!! así es la vida de un ideal?? La noche sigue en paz, casi no se percata de que hay alguien que ha abandonado sus encantos. Ahí en tu puerta está la mismísima muerte estacionada!! Es de color verde, amplia, lúgubre reflejo con el alumbrado de la esquina, invitación mezquina que te desconoce. Detrás de ti sientes sollozos y hasta llantos descontrolados, se confunden con los tuyos, intentas componerte, malditas piernas!!