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Esta es una carta real, muy personal escrita a la persona que más quiero, una persona que duerme esperando ser despertada.
Me gustaría compartirla con alguién para que mi mensaje no muera, para que mis palabras no se pierdan,para que mi corazón sea un poco más feliz.



Nunca te escribí unas lineas, escritas desde fuera de la tormenta y hoy lo intentaré.
Ha pasado bastante tiempo, y ese tiempo no ha curado mi dolor, ese tiempo me ha enseñado que el amor cuando es verdadero es para siempre, no muere como el cuerpo.
Aquí estoy escribiendote, a mi derecha mi niña jugando y pronunciando " ma ma ma " y no sabes como me duele saber que cerraste los ojos y no lo puedes ver.
No me viste embarazada, no cogiste a mi bebé, no abrazaste más mi cuerpo, no te tengo...
No, no lo supero, y nunca lo haré, ese día cuando te fuiste una parte de mi también se fue.
He llorado siempre a solas, he fingido estar muy bien, pero en mi interior todo enfermó, mis sentimientos se deprimieron, se hundieron, se volvieron locos.
Te recuero como siempre, con la misma expresión,no quise verte ahí tumbada.
Muchas veces cuando hay tormentas me estremezco al pensar en ti, ahí metida, ahí a oscuras, sola, con el miedo que te daban los relámpagos, con el miedo que te daba la oscuridad.
Quiero verte! quiero besarte y contarte tantas cosas... cosas que se congelaron en mi boca, que no han muerto pero ya no me sirven para nada. Quisiera escuchar tu voz, la recuerdo perfectamente pero quiero escucharla con fuerza, grita! grita! desde donde estés!
Por que la vida se dió esa prisa? hacías tarde? por que no me dejó despedirme? te hubiera dicho que te quería, que te echaría de menos, que me hiciste muy feliz...¿ sentiste miedo?¿ morir es igual que nacer?¿ o es como quedarse dormido?
Ojala estuvieras aquí, ojalá pudiera sentirte y no fuera en un sueño, ojalá!! que tristeza!
Las primeras noches dormía con tu camisón, el que dejaste cuando te cambiaste para ir al hospital, dormía abrazada a él, era como estar contigo, era como estar cerca de ti, a tu lado.
Antes de irte te peinaste y aún guardo el peine, en una bolsita, con tus cabellos enredados, todavía huelen a ti.
Antes de cruzar la puerta echaste un vistazo a tu alrededor y dijiste " ay mi casa, nunca más volveré" y yo no te creí, porque en aquel entonces tú eras inmortal para mi.
Y ahí comprendí lo delicados que somos, lo frágiles e indefensos, como simples fichas de ajedrez, como simples hojas secas, como flores en primavera tan bellas, tan perfectas pero con muy pocos días por delante para verlas.
No lo sabes, no te dió tiempo pero las dos somos tan iguales, ahora me parezco más a ti que antes, es como si vivieras un poquito en mi.
Fuiste lo más bonito de mi infancia, tú con tu amor, tu bondad y tu paciencia, me cuidabas con ternura y con entrega.
Fuiste el mejor apoyo de mi adolescencia, sabia como nadie, me llenabas de consejos, de palabras, me hacías ver las cosas más claras.
Siempre fuiste mi amiga además de mi abuela, una segunda madre, una madre que por las noches estaba dispuesta a cobijarme en su cama. No, no olvido nada.
Me duele, abuela, me duele mucho, el paso del tiempo no ayuda, solo hace que me conforme, que no grite entre lágrimas " Dios mio traela de vuelta!"
Me quedé muy sola, me sentí muy vacía, tambalee con esa enorme sacudida, no fui fuerte como el resto, paralicé mi vida, me negaba a seguir viviendo sin ti.
Cuando te fuiste me desesperé, sentí una enorme impotencia, quería ir corriendo y corrí y corrí pero fue inútil, donde fuiste era imposible llegar.
Lloré, lloré, grité, pataleé, maldecí al cura,chillé cuando te subieron ahí tan alto, intenté impedirlo, pero nadie me hizo caso, te metieron y cerraron " nunca más, ni viva ni muerta, nunca más la veré"

Y así fue, nunca más te he vuelto a ver, pero sigues viva, sigues muy viva, y muy presente aquí, en mi cabeza y en mi corazón. Yo te haré inmortal. Vivirás en mi hasta el último de mis días, después vivirás en mi hija,en su hija...
Porque una persona tan buena, tan grande, tan mágica, tan especial no merece morir.
Abuela, no puedo seguir escribiendote más,siento miedo al destapar mis heridas, escuecen duelen, no quiero llorar más. Conformate con estas lineas, mis pequeñas letras recien salidas del corazón, estas palabras que nunca leerás ni aunque te las grite con fuerza, ni aunque las mande en un cohete más allá de las estrellas.
Mis emociones otra vez se están volviendo locas... la muerte...maldita seas!

Texto agregado el 13-05-2008, y leído por 383 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
13-05-2008 Te he leido y entiendo perfectamente este dolor. Contigo. Rquel
13-05-2008 Siempre es triste la muerte, la ausencia infinita, pero debemos pugnar por que la muerte sea un renacer de la persona que se ha ido en nosotros...un abrazo... de tu narrativa ya sabes y hoy emotivisima... pejesaurio
13-05-2008 Querida muchacha, el dolor no se apaga, pero piensa que tuviste la suerte de tenerla, hay quién jamás conoció en su vida un ser que la ayudara y la guiara. Ella está a tu lado con sus recuerdos, sus palabras y con todo el amor que te dejó. Un beso.***** tequendama
13-05-2008 un dolor que no se mide... si... edhugg
13-05-2008 la muerte se lleva a los que amamos, pero la vida los guarda en el corazón eternamente divinaluna
 
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