La claridad de la tarde
huye por la ventana,
como escurriéndose
un poco cada vez;
a regañadientes,
haciendo más lenta su salida.
Cambiando los colores
de la habitación,
dejando tu cuerpo
amada mía,
en tu hermosa desnudez,
como ofrenda de tu amor
con mimosa y temblorosa
entrega, al éxtasis
de saberte amada
y más aún, deseada.
y toda mía.
En el claroscuro
de la habitación
resalta el brillo de
tu piel y tus formas
perfectas de mujer
y de fruta madura.
Miro tu cuerpo embelesado
y en un arrebato
con un beso muerdo
tu boca ardiente.
Y con un gutural te amo
recorriéndome el fuego amoroso
del momento en que estamos.
El último destello de sol
recorre el lecho, tocándote,
mimándote mujer.
Recostado muy junto
voy acariciando tu cabello enredado
y con la punta de mis dedos.
dibujo arabescos en tu piel,
recorriendo tu cuerpo, besándolo
mientras te digo: Mujer como te amo.
No habrá otro como yo, que te cante
versos y acaricie tus labios.

Nomade....sintiendo