Desde sus ojos se miraba recorrer los impulsos nerviosos que se sintetizaban en la mano cuando la tocaba,
era el nacimiento sonoro la energía que liberaba desde el interior,
era nota luminosa la química que existe entre las cuerdas y sus dedos, algo así como un transporte constante de amor.
El amplificador reaccionaba nutriendo al ambiente;
fluía el movimiento, era dulce el trato seductor y rudo queriendo defenderse del sistema.
Veloz y lento…
Distorsión y aliento…
Texto agregado el 12-05-2008, y leído por 74
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