En una mano mi calzón en la otra los tacones, me pongo el vestido negro. Empresario japonés, ésta noche fue simple, sólo una vez y se durmió, a ellos les encantan rubias y occidentales, no exigen demasiado, el taxi espera por mi, mañana otro noche, otro idioma, otros, otros clientes.
Hace 6 años que soy prostituta; de las caras, de catálogo, a los 20 cuando dejan de crecer las niñas, a mi me creció la ambición, la universidad muy cara, la ropa cara, todo parecía muy caro, y no conozco la resignación, no más a una vida de restricción como la de mis padres, una cara y un cuerpo bonito ganan más que un trabajo part-time.
No terminé la universidad, el sabor del dinero rápido es dulce al principio, a estas alturas, un veneno, una droga.
Sólo se venderme, vendo cuerpo y sexo, y aunque la venta no incluye sentimientos aprendí a no amar, en las camas fáciles no puede haber amor, y en la vida no sé nada más que de sexo, dinero y no amor, y mi vida está llena , muy llena de cosas, cosas que de niña pensé, y en todos los años, en todos los cuerpos ,en todas las camas, aún no hago el amor, no sé hacerlo, yo sólo VENDO…… vendo el cuerpo , el sexo, nada más.
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