- Buenos días, ¿ Qué desea?
- Quería una muñeca para mi hija, es su cumpleaños...
- Escoja pues...
- No, verá, la quiero sin taras...
-¿ Cómo? No le comprendo, le digo que escoja la que desee.
- Ah, las dejan lisiadas al gusto del cliente, son ustedes muy morbosos, puedo entender que con el rollo este de la integración de los discapacitados quieran que los niños lo vean como algo normal pero...
- Un momento señor, no entiendo nada de lo que me dice, usted entró en la tienda y me pidió una muñeca, yo sólo le digo que escoja, hay miles, y de muy variados precios...
- ¡ Por dios bendito! Como pueden jugar con los sentimientos de los niños, revientan las piernas a las muñecas y encima varían de precio ¿ Valen más caras si cojean de la derecha o de la izquierda? ¿ O si la muñeca coja lleva prótesis?
- Haga el favor caballero de salir por la puerta, y entre de nuevo como si nada.
El tipo salió y volvió a entrar.
- Buenos días, ¿ Qué desea?
- Quería una muñeca para mi hija, es su cumpleaños...
- Tenemos miles de muñecas, ninguna coja, tome, pues, la que quiera.
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