Nunca digas que no te guardé:
leía
y respiraba tu sabor de luna.
En la noche
sentía tu mano reposar en mi hombro.
y algunas veces,
entre risas,
lloraba hacia dentro
y te decía
que mis versos tenían tu carne
y pringaban
como las chispas de un fogón eterno.
Tropezaba con el canela húmedo de tu pezón
y tu nuca alborotada por la fragua
caía insistente
sorbiendo ávida mi textura de varón.
Por favor,
nunca digas que no te guardé.
Texto agregado el 09-05-2008, y leído por 658
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Lectores Opinan
04-10-2008
Muy intenso, mi buen amigo.. palabras que calan hondo al leerte.. mis ******** vilyalisse
20-07-2008
Queda muy claro que en tu cajón de los recuerdos, hay un rincón donde se guarda ella. *****.Un beso. Pilef
Me encantó... fuerte y en un tono casi de conversación, pero en un delicado envoltorio... me gustó lo sugerido e imagen bien lograda cuando dices "que mis versos venian de tu carne", y "sorbiendo ávida mi textura de varón" 5* espuma