Quisiera con todas mis fuerzas volver a sonreír como antes, volver a creer en las palabras, en las miradas, en los “te quiero” sin razón alguna, en los abrazos acompañados de un “todo pasará”.
Y ya no creo en las promesas “Yo nunca te haré llorar” y lloré y lloré mucho más.
Un día tuve heridas, ahora me faltan sonrisas.
Un día fui inocente ahora no recuerdo el camino al país de las maravillas
Un día lo pintaba todo con rosa ahora prefiero contemplar la vida a oscuras.
Y no, esto no es poesía, no es rima ni una reflexión es quizás una pequeña exhibición de lo más bello que tenía, mi interior.
Nunca se olvidan los cuentos de cuando niña.
Y estos ojos, han llorado, han visto demasiadas cosas, cosas que nunca nadie debería haber visto…
He soñado despierta como todas las niñas, esperando enamorarme, esperando ser salvada…
He esperado la alfombra mágica, he esperado el verdadero príncipe azul que te protege y te salva de todo.
Pero hay cosas que nunca llegan, hay veces que esperar, desear y creer no es suficiente.
Y ahora ya lo he comprendido…demasiado princesa para este mundo, demasiado soñadora, demasiado frágil, demasiado bondadosa, demasiado especial...
Demasiado!!
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